“Nadie me dijo cómo lo mataron, solo que tenía un golpe en la cabeza”, relató llorando su madre, Silvia Aracely Lázaro.
Recordó que el 6 de junio último lo fue a despedir a la cabecera de Chiquimula, y que se comunicó con el varias veces por mensajes de texto; sin embargo, el 30 de ese mes fue la última vez que lo hizo.
Un familiar la llamó desde EE. UU., preocupado porque Nery no aparecía, y fue hasta el 14 de julio que le comunicaron que el cuerpo de su hijo estaba en una morgue de Houston.
“Mi hijo tenía muchos sueños que quería cumplir, y el curarse de los problemas de la vista era para él lo primordial”, aseguró Lázaro.
“Dijo que se iba a EE. UU. porque quería corregirse su problema visual, pues el médico le dijo que tenía que hacerlo antes de que cumpliera 22”, comentó de Lázaro.