Joel y Héctor, los niños de la casa, nombraron al perro como Pepe, aunque también algunas veces le llamaban el Ángel del Madrid, y llegaban ansiosos a su hogar para jugar con él.
La historia de Pepe se volvió trágica el lunes último, cuando murió luego de una semana de estar enfermo, por lo que dejó un vacío en los integrantes de la familia, quienes buscaron una forma especial de despedirlo y mantener su recuerdo por muchos años.
Héctor Ávila, padre de los niños, es propietario de una funeraria, por lo que no se pudo resistir al deseo de sus hijos, quienes le pidieron que preparara un ataúd para enterrar al can y darle un último adiós en un terreno de la familia.
“No quisimos afectar a nuestro hijo, pues sabemos que el perro era su fiel amigo, por eso le dimos el gusto de enterrarlo. Sé que va a superar este duro golpe”, dijo Ávila.
Algunos vecinos de la familia indicaron que lo que hicieron fue una muestra de amor hacia los animales, ya que las personas le pueden llegar a tomar mucho cariño a sus mascotas.
Cristina Morales, residente de la referida localidad, dijo que enterrar a las mascotas es una buena forma de despedirse de ellas, y no tirarlas en un basurero.
En redes sociales, internautas expresaron que se debe de inculcar a los niños a querer y respetar a los animales, ya que se fortalecen los valores de las personas.