“Tenemos información de que en los últimos meses en esta ciudad se han incrementado los casos de extorsión, pero no son denunciados porque los afectados prefieren callar, por temor, lo cual los hace más vulnerables ante sus victimarios”, expuso Itzol.
Según datos de la PNC, los delincuentes llaman a celulares o teléfonos fijos para exigir en promedio Q60 mil.
“Muchas víctimas han preferido pagar la extorsión; otros desconectan los teléfonos, para dejar de recibir las llamadas. Frente a esta situación, la Policía no puede actuar porque no hay denuncia, y por eso decidimos trabajar en la campaña”, agregó Itzol.
Judith Jiménez, de la Oficina de Prevención del Delito, dijo que los vecinos que son víctimas de extorsión tienen que denunciarlo de inmediato.
“Cada caso se trabaja en forma confidencial. Los números de teléfonos de casa, de celular y demás detalles son manejados con estricta reserva, para no poner en riesgo la integridad de la persona y de sus seres queridos, y tratar de capturar a los delincuentes”, aseguró.
Franklin Moscoso, gobernador de Chiquimula, afirmó que el 60 por ciento de los pobladores ha recibido llamadas para ser extorsionado, y se sabe que entre las víctimas se encuentran comerciantes y profesionales.
Gloria Rosales, vecina, dijo que ha sido víctima de extorsión, y cuando lo denunció, le dijeron que las llamadas provienen de las cárceles y que no se preocupara.
Según Mario Molina, otro vecino, es bueno que la Policía haga este tipo de acciones, aunque es necesario que cada denuncia sea investigada con seriedad, para que no se convierta en una tragedia.