Según las primeras pesquisas de la División Especializada de Investigación Criminal de la Policía Nacional Civil (PNC), la víctima se dedicaba al robo de motocicletas, ya que en la base de datos le aparecen antecedentes penales y policiacos.
También se presume que intentó repeler el ataque, pues el arma estaba cargada y fuera del estuche. El arma fue embalada por el MP y se presume que la motocicleta en la que viajaba Díaz tiene reporte de robo.
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Un agente de la PNC detalló que el ataque pudo derivarse de ajuste de cuentas entre bandas de roba motos que buscan controlar el sector.
“Llevamos varias semanas de seguirle la pista a un grupo que ha causado zozobra en la población y hemos descubierto que entre ellos mismos se han atacado”, afirmó el agente.
Lugar concurrido
El crimen ocurrió frente a una iglesia católica y en cercanías del ingreso al Centro Universitario de Izabal, donde causó pánico en transeúntes, quienes se refugiaron en funerarias cercanas a la morgue del Instituto Nacional de Ciencias Forenses.
“Escuché los balazos y corrí a refugiarme, pasaron unos minutos y me percaté de que me encontraba al interior de una funeraria, para mí significó doble susto, es lamentable que ocurran este tipo de hechos en una zona tan concurrida”, manifestó Eduardo Contreras, vecino.
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