Padre e hijo van a la cárcel por frustrado asalto

Adolfo Díaz López y su hijo Carlos Díaz Ramírez, fueron condenados este martes a 41 años y cuatro meses de prisión por haber matado a un hombre en un frustrado asalto.

Adolfo Díaz López y su hijo Carlos Rodolfo Díaz Ramírez, fueron condenados por asesinato y asesinato en grado de tentativa. (Foto Prensa Libre: María Longo)
Adolfo Díaz López y su hijo Carlos Rodolfo Díaz Ramírez, fueron condenados por asesinato y asesinato en grado de tentativa. (Foto Prensa Libre: María Longo)

Según el Ministerio Público, el 25 de octubre del 2015, los sindicados intentaron asaltar a Milton Ramírez y a otro hombre en la comunidad Nueva Esperanza Miralta, El Palmar, pero estos se negaron a darles sus pertenencias, por lo que atacaron a balazos a Ramírez e hirieron con arma blanca a la otra víctima.

Con la evaluación del Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif) se estableció que Ramírez murió por la gravedad de las heridas que sufrió en la espalda, mientras que su acompañante sufrió heridas con arma cortante en la cabeza.

El juez Moisés de León,  del Tribunal Primero de Sentencia Penal de Quetzaltenango, indicó que los agresores lanzaron a los hombres a dos barrancos distintos, sin percatarse que uno de ellos estaba vivo, quien acudió al Tribunal a relatar los hechos y los identificó.

Familiares de Ramírez, indicaron que el día de los hechos, las víctimas se dirigían a trabajar por lo que llevaban mochilas con lazos y comida; además, señalaron que los agresores y su pariente habían tenido problemas antes de que ocurriera el hecho.

De León indicó: “Con la declaración de una de las víctimas, quien sobrevivió al crimen y la de los testigos, se comprobó que los sindicados intentaron matar a ambos hombres, cumpliendo su misión con uno de ellos”.

Condena

El juez los condenó a 25 años por asesinato y 16 años con cuatro meses por asesinato en grado de tentativa, ya que la víctima que sobrevivió también pudo haber perdido la vida en el hecho.

Wilber Enríquez, abogado defensor de los condenados, presentó en su defensa un acta para demostrar que al momento del crimen los señalados estaban en una reunión de vecinos, a esto los jueces no le dieron valor probatorio.

“La tinta de las huellas de ambos era diferente al color que utilizaron los demás vecinos, lo que hace pensar que las colocaron después”, dijo el juez.