Voluntarios de Cruz Roja se han convertido en ángeles para menores migrantes

Voluntarios de la Cruz Roja Guatemalteca en Quetzaltenango se han convertido en los ángeles de decenas de menores de edad que son deportados, cuyo propósito era llegar a Estados Unidos y México y que viajan sin compañía. 

Lugar de la Cruz Roja a donde son llevados los menores.(Foto Prensa Libre: María José Longo)
Lugar de la Cruz Roja a donde son llevados los menores.(Foto Prensa Libre: María José Longo)

Al regresar a Guatemala, los niños y adolescentes migrantes y sus familiares, que acuden a recibirlos, muchas veces necesitan atención médica y psicológica, además recursos para trasladarse de regreso a sus hogares.

Al retornar a suelo guatemalteco, desde México, los menores son trasladados a Casa Nuestras Raíces de Quetzaltenango, donde sus parientes los recogen.

En lo que va del año, la organización humanitaria ha atendido a mil 393 menores de diferentes departamentos del país y a sus familiares. En promedio, cada semana ingresan en Quetzaltenango entre 50 y 60 menores repatriados.

Secuelas 

Los niños y adolescentes migrantes regresan en malas condiciones de salud, por lo que necesitan atención médica. Otra de las necesidades de los menores es la localización de la familia.

Los familiares de los menores migrantes que más requieren ayuda provienen de áreas lejanas en Petén, Izabal, Quiché o Huehuetenango, a donde es difícil regresar el mismo día.

 

Fernando Escobar, comunicador de la institución dijo: “Los migrantes también afrontan el problema por el tipo de población y la vulnerabilidad que representan. Vienen con dolencias estomacales por la mala alimentación o porque no pudieron comer durante el trayecto, también tienen problemas de urticaria o de la piel, a causa del sol o frio extremo, y respiratorios”.

Los menores son interceptados en territorio mexicano.(Prensa Libre: María José Longo)

 
Para los familiares la ayuda que brinda la institución les ha permitido reencontrarse con los adolescentes, uno de estos casos es el de Adela López, quien a inicios del 2017 tuvo que viajar de Escuintla a Quetzaltenango, para recoger a su nieto de 14 años que había intentado migrar a Estados Unidos, su propósito era trabajar para apoyar a su abuela y sus dos hermanos que tras quedar huérfanos sufrieron mas carencias.
 
“No venia preparada para el frio, tampoco tenía dinero para el pasaje, sentí un alivio al saber que mi niño está bien. Él solo quiere ayudarme con dinero para que sus hermanos no pasen hambre, mi hija enfermó y murió, antes no éramos ricos pero mi hija trabajaba y con lo que ganaba vivíamos bien, pero ahora con lo que yo gano no alcanza”, afirmó López.

Los migrantes afrontan el problema que solo hablan su idioma materno. Además, son víctimas de transportistas que se aprovechan de su tragedia y se exceden en el cobro para trasladarlos.

Servicios que brinda Cruz Roja en Xela 

  • Médica y psicológica a retornados
  • Facilita un teléfono para la localización de los familiares de los niños deportados.
  • Alojamiento a quienes llegan de lejos y apoyo para el transporte de regreso.
  • Apoya con traductores a quienes solo hablan su lengua materna.
  • Informan sobre riesgos a quien pretenda viajar de nuevo.