Desempleo y crisis empujan informalidad

Carolina del Cid, quien desde hace tres años vende ropa y zapatos en las calles de Cobán, Alta Verapaz, cuenta que la poca cosecha de cardamomo impacta en su negocio, pero no pierde la esperanza de que las cosas mejoren.

El trabajo agrícola abarca al 36.9% de la población, la cual es parte del sector informal.
El trabajo agrícola abarca al 36.9% de la población, la cual es parte del sector informal.

La situación de Del Cid es el reflejo de la lucha por la sobrevivencia de cerca de 4.5 millones de personas que viven de la economía informal debido al desempleo, cuyo índice en el país es de 3.1 por ciento, pues gran parte de la población depende de ese tipo de actividades.

De seis millones 605 mil 276 personas que forman parte de la población económicamente activa (PEA), el 69.8% se encuentran en el sector informal —unos 4.5 millones —, según la más reciente Encuesta Nacional de Empleo e Ingresos del Instituto Nacional de Estadística (INE).

Lo más preocupante, coinciden fuentes consultadas, es que en el último año hubo un crecimiento de 2.2% de la informalidad con relación a la PEA, que representa a unas 145 mil personas que se unieron a ese sector.

Dura realidad

El estudio destaca que en el área rural, de cada 10 personas ocho se encuentran en la informalidad, mientras que en la metropolitana, seis de cada 10.

También establece que la actividad económica que absorbe el mayor porcentaje de personas ocupadas en el sector informal es la agricultura, ganadería y silvicultura, con 36.9%, seguido por el comercio, alojamiento y servicios de comidas, con 27%.

“Es el reflejo de la desigualdad, especialmente en el área rural. La mayoría de trabajadores se mantiene en la informalidad y tiene un efecto en el desarrollo del país”, dijo Edie Cux García, asesor legal de Acción Ciudadana.

Un estudio efectuado recientemente por la Asociación de Investigación y Estudios Sociales (Asíes) detalla que la informalidad de la economía trae mayor pobreza al país.

La frialdad de la situación se refleja en casos como el de Viviana López Marco, quien vive en Oquén, Jocotán, Chiquimula, lugar afectado por la sequía. Ella y sus tres hijas elaboran petates para ganar Q20 a la semana, cada una.

Los hombres se trasladan a otras zonas para trabajar en el campo y ganan Q25 al día. “Es poco, pero no tenemos opción”, dijo.

Patricia Zúñiga, defensora de las personas trabajadoras de la Procuraduría de los Derechos Humanos (PDH), lamenta que el Estado no promueva programas o políticas públicas para generar empleo.

Añadió que el problema real consiste en que las personas que se dedican al trabajo informal no gozan de garantías laborales, como pago de prestaciones y seguro social, lo que vulnera sus derechos.

Agregó que no contar con un empleo formal se traduce en falta de acceso a la educación, salud, alimentación y vivienda.

Impacto económico

De acuerdo con la Gerencia de Planificación y Desarrollo Institucional de la Superintendencia de Administración Tributaria, en el 2015 el Estado dejó de percibir Q11 mil 960 millones por incumplimiento de pago del IVA, el 34.2% del potencial de este gravamen, y una proporción corresponde a la falta de tributación del sector informal.

Melvin Silvestre, agente de la Fiscalía de Sección de Delitos Económicos del Ministerio Público, señaló que el comercio informal es el principal distribuidor de artículos de contrabando, el 75%; y el 25% restante abastece a negocios formales que muchas veces no extienden factura.

Según un reporte de esa fiscalía, solo en cigarrillos —el producto con mayor demanda—, del 2013 al 2015 los decomisos ascendieron a Q15.9 millones.

La Cámara de la Industria Guatemalteca señaló a principios de año que por el comercio ilícito el Estado deja de percibir unos Q16 mil millones en impuestos.

Propicia migración

Fernando Castro, consultor independiente en temas de migración, señaló que el aumento de personas trabajando en el sector informal promueve la migración a zonas urbanas o a EE. UU.

“Ante la falta de empleo, los bajos salarios, el escaso desarrollo, la violencia y la inseguridad motiva la migración”, resaltó.

Añadió que en el periodo fiscal 2016 hubo 59 mil 692 menores migrantes de la región, así como 77 mil 674 unidades familiares y en lo individual, 271 mil 504.
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Valentín Tavico, director de Empleo del Ministerio de Trabajo, informó que buscan descentralizar el servicio nacional de trabajo a través de la instalación de ventanillas únicas municipales de Empleo (Vumes).

Añadió que este año se generaron 12 mil 27 empleos gracias a la instalación de 27 quioscos y seis ferias del empleo a escala nacional. En el 2017 se proyecta captar 25 mil nuevos trabajos, con 40 quioscos, 14 ferias y subir de 11 a 22 Vumes.

En contraste con las plazas de trabajo que se generaron, se perdieron 25 mil, debido a que las empresas salieron del país.

Afirmó que la población ocupada es de 6.4 millones, si se incluye el sector informal, mientras el número de asalariados sobrepasa los cuatro millones, de los cuales un millón 247 mil 664 están afiliados al Seguro Social.

Agregó que el Estado tiene 396 mil 469 empleados, todos con seguro social, mientras el número de empresas en el país es de dos mil 44.

Resaltó que cada año el desempleo crece, pues en el 2015 se graduaron 160 mil estudiantes y las empresas apenas logran crear entre 30 mil y 35 mil puestos de trabajo.