Estudiantes del Invo e Ifebo recibirán clases en el mismo edificio, padres de familia están inconformes

Unos mil 760 estudiantes de básico y diversificado del Instituto Normal para Varones de Occidente (Invo) y del Instituto Femenino de Educación Básica (Ifebo), serán trasladados al edificio del Ministerio de Economía (Mineco), en la zona 3, mientras se restauran los referidos inmuebles que fueron dañados por los sismos del 2017.

Estudiantes del Instituto Normal para Varones de Occidente (INVO) y del Instituto Femenino de Educación Básica (IFEBO) en Quetzaltenango, serán trasladados al edificio del Mineco, en la zona 3.(Foto Prensa Libre: Carlos Ventura)
Estudiantes del Instituto Normal para Varones de Occidente (INVO) y del Instituto Femenino de Educación Básica (IFEBO) en Quetzaltenango, serán trasladados al edificio del Mineco, en la zona 3.(Foto Prensa Libre: Carlos Ventura)

Carlos López, director departamental de Educación, dijo que recientemente recibieron la autorización por parte de las autoridades del Mineco, para hacer uso de las 15 aulas con las que cuenta dicha sede, antiguo colegio Alfaro Mijangos.


Indicó que será el Ministerio de Educación (Mineduc) quien haga las gestiones correspondientes para trasladar a los mil 400 alumnos del Instituto Invo y 360 del Ifebo a las instalaciones del Mineco, donde permanecerán mientras se restauran los edificios, bajo fuertes controles disciplinarios.

“Ahora que hemos recibido el convenio esperamos que en un plazo de 45 días podamos hacer el traslado, ya que antes tenemos que hacer la construcción de una batería de baños y muros perimetrales para dividir algunos salones grandes”, comentó López, quien añadió que dichas reparaciones tendrán un costo de Q75 mil.

López dijo que cuando los estudiantes estén en las nuevas instalaciones se continuará con la fase de restauración de los edificios del Invo e Ifebo, los cuales fueron dañados por los sismos que sacudieron Quetzaltenango el año pasado.

“Ya se hicieron verificaciones en los edificios, pero hace falta hacer estudios estructurales para determinar la gravedad de los daños, además de solicitar autorización en el Instituto de Antropología e Historia, pues los edificios son parte del centro histórico”, detalló.

Añadió que desconoce el tiempo que tardarán los trabajos de reparación.

Edwin Enrique Medina, director administrativo del Mineco, destacó que el convenio con el Mineduc es sobre el edificio de la 7a calle en la zona 3, el cual cuenta con 15 aulas, área verde de unos 3 mil 500 metros cuadrados y cancha polideportiva.

Resaltó que aunque el edificio tiene las condiciones para ser centro educativo no cuenta con la capacidad necesaria para albergar a todos los estudiantes de los dos institutos, por eso es necesario dividir algunas aulas y construir más baños.

Inconformidad 

Algunos padres de familia del Ifebo manifestaron su inconformidad por el traslado de ambos planteles a un mismo edificio, pues aseguran que eso podría generar distracción para ambos estudiantes que por años han recibido sus clases independientes.

Sandra Morales, madre de familia, dijo que se debió haber habilitado por la mañana a los estudiantes del Invo por ser mayoría y por la tarde a las señoritas del Ifebo.

“Estoy de acuerdo con que todos los estudiantes estén en un lugar más seguro, pero que no todos estén en el mismo edificio, porque sabemos que los jóvenes les gusta más platicar y quizás hasta generar los noviazgos y los padres sabemos que hay algunos maestros que no controlan la disciplina”, expresó.

“Es necesario que se establezcan medidas disciplinarias y que todos los padres inculquemos en nuestros hijos el respeto, es un reto grande, pero tenemos que cuidar a los jóvenes”, detalló otra madre de familia.

Juan Carlos Ronquillo, supervisor de educación media, dijo que en los próximos días van a socializar entre los padres de familia el nuevo lugar donde recibirán clases sus hijos.

Señaló que sí existe malestar en algunos padres, ya que no están de acuerdo en que tanto las señoritas como jóvenes reciban sus clases en un mismo lugar cuando por años se ha hecho individualmente.

Manifestó que es imposible asignar a los alumnos del Invo en la jornada matutina y a los del Ifebo en la vespertina porque solo se cuentan con 15 aulas y se necesitan 21.

Ronquillo dijo que el convenio termina en noviembre del 2019, pero es prorrogable por otros dos años. 

“Vamos a trabajar con padres de familia y estudiantes para conformar y establecer las comisiones de disciplinas con el objetivo de prevenir inconvenientes. Vamos a proponer que el ingreso de unos sea a las 7.20 horas y otros a las 7.40 horas para que haya diferencia”, puntualizó.