Danilo Chajuj De León, quien trabaja con su primo Rony De León, dijo que tienen mucho trabajo por la cantidad de pedidos, ya que los vecinos comentan que estas estufas mantienen calor todo el día, por lo que consumen menos leña.
Indicó que es el encargado de los trabajos de albañilería y entre los materiales que utilizan se encuentran barro y ladrillo, que son colocados en la base central —donde se coloca la leña—, y estos son elementos que colaboran para que se caliente rápidamente la plancha de metal, con lo cual se evita el consumo elevado de leña y las familias pueden ahorrar económicamente.
Explicó que luego de haber puesto los materiales en la base de metal, colocan azulejo para que le dé un toque especial a la estufa y se vea elegante en cualquier cocina.
Algo importante de estas construcciones es que tanto el barro como el ladrillo ayudan a que la estructura de metal y su alrededor no se calienten, y así se evitan riesgos a los miembros de la familia, refirió De León.
Rony De León expresó que la estructura de metal la suelda en poco tiempo; sin embargo, reconoce que en las primeras estufas que construyeron echó a perder parte del material. “Estamos contentos porque con esta estufa evitaremos que aumente la deforestación”.
Informaron que la elaboración de una estufa les lleva tres días, y su precio oscila de acuerdo con su tamaño. Una pequeña, de dos hornillas, tiene un costo de Q500, mientras que la de tres vale Q700 y tiene una duración hasta de 15 años.
Sus fabricantes tratan de impulsar el uso de estas estufas en otros lugares como mercados cantonales de los municipios de la región.