QUETZALTENANGO. – Según indicaron, Chaj, vecino de Chicuá, Quetzaltenango, emprendió el viaje a Estados Unidos el 22 de abril último, junto a Maximiliano Chiché Tucux, 20, pero ambos fueron capturados el 18 de este mes y encerrados en una cárcel de aquel país, durante cinco días, y luego deportados a Guatemala, el viernes de la semana pasada.
Supuestamente, el joven fue encerrado en ese lugar por la patrulla fronteriza, junto con Chiché Tucux, quien también contrajo neumonía y recibe tratamiento médico.
Los deudos piden que se investigue a los agentes de Migración estadounidenses, ya que la manera en que supuestamente trataron al joven le causó la muerte.
María Chaj, madre del fallecido, indicó que su hijo se dedicaba a la floricultura en Xela, y que decidió viajar al norte para mejorar su condición económica.
Añadió que fue injusto el trato que recibieron los dos guatemaltecos, ya que no son delincuentes y solo buscaban el bienestar de sus familias.
Vecinos de Chicuá exigieron que las autoridades guatemaltecas actúen, para que el caso no quede impune.
Agregaron que Chaj regresó enfermo al país, por lo que fue trasladado al Hospital Regional de Occidente, donde murió.
Familiares aseguraron que el joven les contó que a ambos los introducían en un cuarto refrigerado y que los bañaban y los dejaban con la ropa mojada.
Afirmaron que el destino de su pariente era Washington DC, donde reside su padre desde hace 12 años y quien pagó Q40 mil a un coyote para que trasladara a su hijo a ese país.