Las quejas de los afectados en distintas dependencias municipales o del Estado son constantes y muy similares, pues aseguran que en este tipo de negocios abusan del volumen durante las noches y hasta de madrugada.
Añadieron que los hombres que se mantienen afuera de estos comercios acosan sexualmente a mujeres, especialmente a las jovencitas y niñas que residen en los alrededores.
Pobladores aseguraron que la inseguridad que viven es mucho mayor a la de antes; además, hay ebrios por todos lados y muchos se quedan tirados en las arterias, las cuales utilizan como sanitario.
Venta de drogas
Vecinos afirmaron que uno de los problemas más grandes a los que se enfrentan es que la mayoría de estos comercios informales son solo fachada, ya que en la mayoría distribuyen drogas a cualquier hora del día.
Mario Coyoy, coordinador general del Consejo Comunitario de Desarrollo (Cocode) de la zona 2, comentó que las quejas son muchas y que ya las han presentado al Concejo, cuyos integrantes las escuchan pero no gestionan soluciones reales, porque la respuesta es siempre la misma: “Se cursará a donde corresponde”.
Igual situación ocurre en la Gobernación Departamental y el Área de Salud, donde únicamente dan trámite a las quejas, pero no toman acciones.
Coyoy refirió que cuando los vecinos llegan a cualquiera de las instituciones a preguntar cómo va el proceso, solo les dicen que está en trámite o que esa denuncia compete a otra entidad y que ya la canalizaron.
Amenazas
“Nosotros como Cocode no hemos recibido amenazas, pero sí quienes viven en las cercanías de los negocios. Es un problema álgido que ninguna autoridad quiere afrontar”, afirmó Coyoy.
Agregó que hay negocios que tienen más de 10 años de funcionar en ese sector, pero en los últimos dos años han proliferado muchos otros y sin control de autoridad alguna.
Roxana Castillo, integrante del Cocode de la zona 2, señaló que lo que más les aqueja es la delincuencia, debido a la cantidad de prostíbulos clandestinos y ventas de drogas.
“En diciembre último, los pobladores llegamos a la comuna y a Gobernación porque instalaron una discoteca que atiende a puerta cerrada, de 2 a 6 horas, la cual está rotulada como billares El Buki. En este sitio se reúnen trabajadoras de otros negocios, cuando estos cierran”, lamentó.
En la municipalidad se integró una mesa de seguimiento, pero ya han pasado meses y sin que se haga nada”, dijo Castillo.
Es necesario mejorar controles
Dora Alcahé, gobernadora departamental de Quetzaltenango, aseguró que todas las instituciones involucradas en la autorización y control de este tipo de negocios deberían trabajar en conjunto para que no exista pretexto alguno sobre algún permiso pendiente.
Expresó que no hay institución alguna que organice ni lidere este trabajo conjunto.
En cuanto a la venta de drogas en estos locales de la zona 2, resaltó que no se puede solicitar un cateo o inspección solo porque a los vecinos les contaron que eso sucede.
Alcahé aseguró que a todas las denuncias que llegan a su despacho se les da el trámite correspondiente y se cursan a otras instituciones si la solución del problema no está en sus manos.
Vinicio Cifuentes, inspector de saneamiento ambiental del Centro de Salud de Xela, señaló que ellos se limitan a emitir licencia sanitaria y tarjeta de manipulación de alimentos.
Agregó que en el 2013 no autorizaron ningún negocio de este tipo en la zona 2 de Xela, ante lo cual analizan hacer operativos de verificación en el sector, pero no especificó fecha.
Cifuentes dijo que tienen un proceso abierto contra el prostíbulo Paradise, el cual tiene documentación y aprobación para que funcione como tal.
Thuly Jacobs, jueza de Asuntos Municipales de la comuna de Xela, refirió que su dependencia se limita a verificar denuncias en contra de negocios solo por sonido.