¿Sabía que puede recibir apoyo psicológico gratuito en Xela?

Centros universitarios de Quetzaltenango apoyan a la salud mental a través de clínicas psicológicas que permiten a sus estudiantes hacer prácticas y a los vecinos, recibir atención gratuita.

Una piscina de pelotas y varios juguetes son las herramientas de los voluntarios que atienden a niños  en la clínica psicológica del Cunoc
Una piscina de pelotas y varios juguetes son las herramientas de los voluntarios que atienden a niños  en la clínica psicológica del Cunoc

Cada mes, la Facultad de Psicología del Centro Universitario de Occidente (Cunoc) recibe a 75 pacientes en sus tres clínicas, atendidas por estudiantes voluntarios que a la vez hacen sus prácticas durante un año, bajo supervisión de catedráticos.

 
“Es un poco de la gratificación social que como universidad podemos hacer por el pueblo. Nuestros estudios han sido pagados por los impuestos de la población y todos los que hemos estudiado hacemos un año de práctica gratuita en diferentes centros”, dijo el catedrático Raúl Bethancourt.
 
De acuerdo con Bethancourt, los seis estudiantes asignados a las clínicas y sus docentes atienden a niños, jóvenes, adultos y a familias completas.
 
“No hay límite de atención”, agregó Bethancourt, quien explicó que lo hacen tanto en el área de prevención como en la curativa; además, se atiende a personas con capacidades diferentes.

¿Cuándo y a qué hora?

El horario de atención es, de lunes a viernes, de 8 a 12 y de 14 a 18 horas, en el segundo piso del módulo 90 del edificio universitario. “En la mayoría de casos, la gente no tiene dinero para pagar un psicólogo, y esto es gratuito. Hemos visto que la salud psicológica está desatendida. Los mayores problemas que hay en el país es por la falta de salud mental. Mucha gente está enferma en los trabajos, en la academia y en la política”, refirió Bethancourt.
 
Quienes deseen recibir atención piscológica deben acudir a la clínica y solicitar cita. Para los niños hay un espacio con juegos que les permiten a los estudiantes practicar la ludoterapia; además, cuentan con una cámara Gesell -habitación acondicionada para observar a las personas-.

 
Para quienes han recibido ese tipo de ayuda, las clínicas han sido indispensables para superar problemas familiares. “Es difícil pagar un médico, imagínese cuánto más un psicólogo. No es algo a lo que uno le dé prioridad, pero gracias a Dios existen estos lugares, donde dan esperanza y uno comprende lo importante de la salud mental, sobre todo después de momentos difíciles. No es bueno darse por vencido solo por no tener dinero”, dijo Ivonne Rodríguez, familiar de un paciente.

A bajo costo

En algunas universidades privadas de la ciudad también se brinda ayuda psicológica, como el Centro de Asistencia Social de la Universidad Panamericana, que cada mes atiende a 75 pacientes en terapia del habla. También brinda atención a 35 adultos, niños y adolescentes, a un costo de Q15 por consulta.
 
“En terapia del lenguaje no hay muchos profesionales que presten el servicio, necesitan el espacio adecuado. Aquí tienen lo necesario para brindarlo. En cuanto a la atención psicológica, la gente viene por voluntad propia. Me sorprende cuántos la demandan”, comentó Luisa Sierra, coordinadora de esa entidad.
 
Para atender a los pacientes se cuenta con 16 estudiantes que no se dan abasto.
 
De acuerdo con Sierra, los pacientes buscan ayuda psicológica por acontecimientos fuertes en su vida, por violencia intrafamiliar, acoso escolar, maltrato familiar, alcoholismo y ansiedad. Todo mundo necesita ayuda psicológica porque durante el día tenemos cargas y no sabemos manejarlas”, dijo.

Contenido relacionado: