QUETZALTENANGO – Pérez suma dos delitos más por portación ilegal de arma de fuego y comercio, tráfico y almacenamiento ilícito.
Patricia Rodríguez, jueza tercera de Instancia Penal, estimó que se encuentra en crisis el principio de inocencia de los tres sindicados, ante lo cual resolvió que deben solventar su situación penal en un tribunal de sentencia de Quetzaltenango.
El Ministerio Público (MP) los sindica de pertenecer a una estructura criminal que opera en la cabecera, y que eliminó a su competencia de narcomenudeo.
El MP los acusa de las muertes de Dilmar Yovany Guillén Carreto y Josué Daniel Martínez, en abril del 2013, en la colonia Vista Bella zona 11 de Xela. Y de la muerte del taxista Juan Ernesto Arango Quiñónez, en mayo de ese año, en el sector 1 cantón Xecaracoj.
De acuerdo a las investigaciones, las víctimas se dedicaban al comercio de drogas y por pelea de territorios los procesados los ejecutaron.
De acuerdo con el MP, en los asesinatos de Guillén y Martínez, los sindicados Quiroa y Pérez negociaron la compraventa de un terreno, y un día antes del crimen Guillén entregó Q40 mil de enganche y el día del doble asesinato cancelaría el resto, que correspondía a Q80 mil.
Uno de los testigos del caso, el hijo de Guillén, confirmó a las autoridades que su padre negociaba con los sindicados y que se fue con ellos para finalizar la compra del terreno.
El MP resaltó que el arma utilizada en los tres asesinatos coincide con las pruebas hechas en las distintas escenas del crimen.
Investigadores del MP refirieron que a los procesados aún se les investiga por estar relacionados con otros crímenes.
Al acusado Idy Mayén Pérez De León, durante su detención y allanamiento de vivienda en la zona 1 del municipio de La Esperanza, el 24 de enero último, las autoridades le decomisaron Q9 mil 190, 1 mil 448 piedras de crack y bolsas con cocaína y marihuana, sin especificar cantidad.
Además, dos armas de fuego, una pistola de aire comprimido y 137 cartuchos de arma de fuego de calibre desconocido.