Razón del nombre
Gloria, quien reside en San Juan Alotenango, Sacatepéquez, donde estaba asignado su esposo, explicó que decidió llamar así a su hija, pues Abigail hace alusión a la alegría de un padre y combinado con el nombre Dulce exaltan “la dulce sonrisa que siempre caracterizó a mi esposo”, manifestó la madre de familia.
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La historia de Castillo, quien el día de la erupción desapareció junto a su compañero Juan Bajxac, es uno de los muchos relatos que se vivieron durante la tragedia que enlutó a cientos de familias de guatemaltecas.
“Hola mi amor lindo, si acaso está leyendo esta carta, es porque yo no estoy con ustedes. No lloren, yo estoy muy bien. Dios ha decidido que mi misión terminara”, se lee en un fragmento de la carta que el socorrista dejó a su esposa y que se dio a conocer en junio recién pasado.
Exalta valentía
“Antonio fue un bombero de gran corazón y dispuesto a dar su vida, nunca lo olvidaremos”, manifestó Gloria, cuyo amor a sus dos hijos le dan fuerzas para seguir adelante.
Abigail ha llevado bendición al hogar, pues su nacimiento motivó a que Saulo Morales, director de la Brigada de Rescate Central Occidental de los Bomberos Voluntarios, se uniera con sus compañeros y le llevaran regalos a la pequeña.
El brigadista destacó que el bombero Antonio Castillo continúa siendo parte de la familia de rescatistas, por lo que decidieron llevarle regalos a la niña.
Dijo que Antonio y Juan Bajxac se caracterizaron por su amor al prójimo y que nunca olvidarán el legado que dejaron.
“No debemos olvidar a las familias afectadas por la erupción del volcán. No perdemos la esperanza de localizar a nuestros compañeros”, externó el socorrista.
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