El ministro agregó que entre el 15 de mayo y 1 de junio comenzarán operativos con cuatro delegados de Salud, quienes solicitarán apoyo de la Policía Nacional Civil para que los acompañe en las diligencias.

“Tenemos detectados lugares donde fuman lo que les da la gana e incluso -consumen- drogas, tenemos identificados unos 10 o 12 lugares que serán los primeros a los que vamos a entrarles. Cuando la gente se dé cuenta que vamos en serio van a dejar de fumar -en esos sitios-”, declaró Soto.

Agregó que, a pesar de tener solo cuatro personas, estas serán suficientes para hacer las verificaciones, debido a que cada noche efectuarán operativos.

“Iremos agarrando de 10 en 10. Estamos viendo con lo Jurídico de cuánto será de multas. Yo he ido a unas supervisiones y en todos lados fuman”, acotó.

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Advertencia

Soto advirtió que primero verificarán que los lugares tengan letreros donde se advierte de que está prohibido fumar, y si no los tienen se le hará la recomendación a los propietarios para que los coloquen y cumplan la normativa. Posteriormente se verificará que cumplan con lo estipulado en la Ley, de lo contrario se emitirán multas, e incluso se puede cerrar el negocio.

También mencionó que se contratará más personal para las supervisiones, quienes serán evaluados para garantizar que no reciban dinero de los propietarios de los negocios a cambio de no sancionarlos.

“Quienes supervisen tienen que ser de confianza, porque seguro les van a ofrecer dinero, tienen que llevar chaleco y estar convencidos de lo que estamos haciendo”, refirió Soto.

Cultura

El abogado constitucionalista Alejandro Balsells aseguró que, aunque hay deficiencias para controlar el cumplimiento de la norma, la cultura que había en el país ha cambiado y el propio ciudadano pide respeto en los lugares donde no se puede fumar.

“He estado en lugares donde alguien le ha dicho al otro que allí no se puede fumar”, dijo Balsells.

Agregó: “El Ministerio de Salud no le ha puesto suficiente atención al tema. No hay interés por la prevención”.

Astrid Perdomo, analista de la Universidad Rafael Landívar, indicó que se ha notado la consciencia que hay por el respeto a la ley; sin embargo, “existe un margen que todavía no se controla y hay establecimientos que no cumplen la norma y eso se traslada al consumidor”.

“Como sucede con la ley para la circulación de las motos, la gente debe tomar más consciencia de lo importante que son las normas, y se deben exhortar a que los establecimientos las cumplan por el bien del consumidor y de sus propios intereses”, refirió.

Silvia Monzón, socióloga de Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, considera que se ha tomado más consciencia de lo importante que son los espacios libres de humo de tabaco, aunque esto no se cumple a “cabalidad”.

“Todavía encontramos a personas que, o no conocen la ley o no la respetan, hay avances pero aún falta. El Ministerio de Salud tiene suficientes problemas, creo que sí hacen supervisión, pero no es suficiente para hacer cumplir la ley”, acotó.

Prohibición

La Ley establece que “no se puede fumar en medios de transporte de uso público colectivo, comunitario o cualquier vehículo utilizado para transportar personas de un lugar a otro”.

El artículo 6 de la Ley señala que fumar en establecimientos restringidos -lugares públicos cerrados, lugares de trabajo y medios de transporte público- tendrá sanciones de 10 salarios mínimos.

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El artículo 12 del reglamento de dicha ley establece que la aplicación de las sanciones le corresponde al Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social.

Fumadores jóvenes

Una encuesta sobre tabaquismo efectuada en el 2015 en establecimientos educativos públicos, con jóvenes de entre 13 y 15 años revela que el 15% de los consultados son fumadores, y siete de cada 10 indicaron que pueden adquirir cigarrillos sin ninguna limitación.

Según la encuesta, 21.6% de los jóvenes indicaron que no fuman, pero están expuestos como fumadores pasivos, porque inhalan el humo de un fumador activo en su hogar, y el 38.6% indicó que ha estado expuesto al humo de tabaco en lugares públicos, pese a la Ley de Ambientes Libres del Humo de Tabaco.

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