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San Marcos aún no se recupera de terremotos del 2012 y 2014 y de nuevo es golpeado

Como huellas indelebles de una tragedia permanecen los edificios dañados por los terremotos que han afectado a San Marcos y que recuerdan a propios y extraños que los temblores pueden ocurrir en cualquier momento.

El icónico Palacio Maya está en restauración por los daños causados por el terremoto del 7 de noviembre del 2012. (Foto Prensa Libre: Whitmer Barrera)

El icónico Palacio Maya está en restauración por los daños causados por el terremoto del 7 de noviembre del 2012. (Foto Prensa Libre: Whitmer Barrera)

El riesgo de estos edificios aumenta, ya que a pesar de estar colapsados al menos cinco edificios públicos, las autoridades no toman mayor acción y permanecen como una bomba de tiempo que en cualquier momento puede explotar.


A diferencia de los terremotos del 7 de noviembre del 2012 y 7 de julio del 2014, el sismo de este miércoles no causó mayor emergencia entre los habitantes de San Marcos, quienes en los dos anteriores movimientos telúricos lamentaron víctimas mortales daños en viviendas y muertos.

En la emergencia de hace cuatro años y siete meses, por ejemplo, se registraron daños a los edificios públicos. Afectados permanecen hoy en día el Complejo Social, la Superintendencia de Administración Tributaria, Comisaría de la Policía Nacional Civil, Ministerio Público, Gobernación Departamental y el icónico Palacio Maya.

Aunque esta joya arquitectónica del departamento se encuentra en fase de restauración y ya tiene 70 por ciento de avance, con un presupuesto de Q.3.3 millones, otras edificaciones no han recibido mantenimiento, como el edificio donde funcionaba la gobernación departamental, el Consejo Departamental de Desarrollo y la sede local de la Secretaría de Planificación  y Programación de la Presidencia (Segeplán).

Según Alfonso Villagrán, gobernador departamental, ese edificio no es prioridad. Al contrario, la urgencia es continuar con las investigaciones para determinar los responsables de la construcción que colapsó cuando tenía meses de haber sido inaugurada.

Se presume que hubo negligencia durante la construcción que se hizo durante el gobierno de Álvaro Colom.

La peor infraestructura

La población marquense considera que actualmente el departamento tiene la peor infraestructura del país, ya que han pasado casi cinco años desde el primer terremoto y ninguna autoridad ha hecho algo para rescatarla o mejorarla.


“No es posible que ya se nos vino otro sismo de grandes proporciones y nuestros edificios continúan abandonados. Aquí está la peor infraestructura de todo el país respecto de falta de intervención de las instituciones del Estado”, afirmó Gustavo Ángel, de la sociedad civil.

El gobernador rechazó esa postura  durante la conferencia de prensa que ofreció luego del temblor de 6.6 grados en la escala de Richter

“Sí nos han afectado los sismos, y es más, les puedo decir que no solo es San Marcos, hay departamentos como Quetzaltenango que también presentan daños similares, que se complicaron con el sismo de esta madrugada“, enfatizó.

Para Eliseo de León,  vecino de la aldea Las Lagunas, San Marcos, fue un milagro que los edificios que permanecen sin haberse reconstruido no hayan colapsado. “Es increíble que esa planta de edificios que tenemos en San Marcos no se haya caído. Con otro sismo similar al de hoy seguramente se derrumbaran a la vista de las autoridades que no han querido reconstruirlos”, afirmó.

El común denominador en el tema de la reconstrucción de edificios es que no se ha hecho en cuatro años y siete meses del primer terremoto. Son procesos administrativos de los que desconocen los representantes de las instituciones afectadas.

Demasiada burocracia

Según Segeplán, entre los factores que afectan la reconstrucción de los edificios públicos como escuelas, está la falta de certeza jurídica de las propiedades, ya que muchas veces las construcciones están en terrenos a nombre de las comunidades.

“No se llegó a una recuperación total de la infraestructura porque muchas veces la certeza jurídica no favorece los procesos. En el caso de las escuelas existen varios factores que afectan la reconstrucción, porque la parte jurídica no se cumple debido a que la comunidad se opone a trasladar las propiedades a bienes del Estado”, expuso Eusebio López, técnico de Segeplán.

La falta de presupuesto y de no haber cumplido con los expedientes en el tiempo reglamentado para la reconstrucción también son factores que afectan. 

Marvin López, de la Superintendencia de Administración Tributaria, señala que el proceso de reconstrucción del edificio de esa entidad, que también está dañado en su totalidad es ajeno a ellos.

“Lo único que sabemos es que durante el terremoto del 2012 una comisión de la Conred (Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres) hizo las inspecciones necesarias y lo declararon inhabitable, pero también desconocemos el monto de lo erogado en concepto de arrendamiento”, enfatizó.

La misma situación atraviesa el personal del Ministerio Público, pues desde el 7 de noviembre del año 2012, tienen que alquilar un inmueble para prestar el servicio, luego de que se declarara inhabitable el edificio.

Mientras tanto, a pesar del daño que registra el Complejo Social de San Marcos, se continúa utilizando para actividades sociales, culturales y municipales, tales como reuniones del Consejo Municipal de Desarrollo o de la Comisión Municipal de Salud.

Marquenses aprendieron lección

La sociedad civil y expertos en infraestructura coinciden en que luego de los dos terremotos que se han registrado en San Marcos las viviendas fueron reforzadas y ya no hay casas que pudieran haber sido afectadas con el sismo de  este miércoles, como si hay en Quetzaltenango y Retalhuleu.


“Con los terremotos que nos afectaron aprendimos a que teníamos que utilizar materiales de buena calidad y aplicar normas de construcción seguras para que no se volvieran a caer nuestras casas; sin embargo, con la voluntad de Dios  en cualquier momento desaparecen”, afirmó Joel Arreaga, vecino de la zona 5 marquense, una de las zonas afectadas hace cuatro años.

No obstante, los temblores no dejan de causar temor entre los habitantes, sobre todo por las construcciones dañadas que no se atienden.

“Con los constantes temblores no solo el de hoy (miércoles), sino los que ya se han registrado y los que seguramente continuarán, y si a ello le agregamos las fuertes lluvias, de un momento a otro tendremos una emergencia, pues es una bomba de tiempo por la falta de atención que no reciben las construcciones por donde se filtra el agua”, aseguró el arquitecto Raúl Bautista.

La Procuraduría de los Derechos Humanos actualmente no le da seguimiento a la falta de reconstrucción de los edificios que permanecen dañados, aunque reconoce que han mejorado las construcciones privadas. 

El representante de la Segeplán recordó que en los anteriores terremotos hubo una evaluación más profunda que permitió mejorar las construcciones, lo que se refleja en que esta vez  San Marcos no alcanzó niveles de emergencia.

“Nosotros hemos insistido, después de los terremotos, que se cumpla con las normas de la Secretaría Ejecutiva de la Conred para lograr construcciones seguras que no permitieron ser destruidas con el temblor de hoy”, afirmó.

Para el abogado Pablo Miranda, el atraso de la reconstrucción de los edificios públicos es la falta de presupuesto, pues tampoco el edificio del Organismo Judicial no ha sido reconstruido, lo que ha causado que los tribunales estén dispersos por diferentes zonas de la cabeceral.

“El edificio que se encuentra a un costado del parque central de San Marcos fue declarado inhabitable; sin embargo, los magistrados nos dijeron en su oportunidad que no existía presupuesto disponible para la reconstrucción, ni tampoco financiamiento para construir un complejo judicial para aglutinar a los juzgados y tribunales que actualmente arrendan propiedades para  funcionar”, lamentó Miranda.

Sin embargo, no solo se trata de estas edificaciones, pues el Ministerio de Educación no ha logrado recuperar al menos 400 centros educativos que permanecen con daños leves, moderados y severos, algunos por la falta de autorización del Instituto de Antropología e Historia y otros por falta de certeza jurídica de las propiedades.

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