El deportista más laureado de la historia olímpica no nadó al lado del tiburón, para decepción de muchos espectadores atraídos por el reclamo del programa “Phelps contra el tiburón, el duelo por la supremacía en el océano”.
Equipado con una monopalma, un tipo de aleta que se asemeja a una cola de pez gigante y con la que se mejora la velocidad, Phelps nadó bajo la supervisión de expertos y buceadores. Fue grabado y cronometrado, en una misma distancia que había recorrido un tiburón, grabado anteriormente, en las costas de Sudáfrica.
Gracias a efectos especiales que les mostraban uno junto a otro, como si estuvieran en una carrera, el duelo entre Phelps y el tiburón fue por lo tanto virtual y no real.
Phelps había explicado antes de la emisión cómo había sido el reto: “No estábamos en el agua en el mismo momento, creo que esa es la pregunta que todo el mundo se hacía. Fue seguro, esa era mi prioridad número 1”.
Prueba difícil
El hombre apodado 'El Tiburón de Baltimore' aseguró que esta “carrera” había sido “una de las más difíciles” para él y había sido con “una baja temperatura”.
El tiburón marcó la diferencia con el nadador en los últimos metros, sumergiéndose para atrapar una foca, y dando un salto fuera del agua para cruzar la línea de meta virtual en cabeza.
Phelps, de 32 años, acumuló en su carrera en las piscinas 28 medallas olímpicas -23 de oro-, 26 títulos mundiales y 39 récords del mundo, de ellos tres que continúan vigentes (100 y 200 metros mariposa, 400 metros estilos).