Esta pista que tiene más de 7 kilómetros, uno de los circuitos más largos del mundo, recibió con los brazos abiertos al piloto guatemalteco Llarena, quien sabía que se enfrentaba a uno de los trazados más complicados de la temporada, con 19 curvas que no dieron tregua ni al corredor más experimentado.
El circuito de Spa Francorschamps cuenta con la curva más famosa del mundo: la EAU Rouge, que recibe el nombre porque el trazado transcurre sobre un río con aguas de color rojizo a causa de la gran concentración de hierro. Aunque la leyenda dice que recibe esta designación a causa de la sangre de los pilotos que tomaron demasiado rápido la curva y terminaron fuera del circuito tiñendo el agua con su sangre.
En la jornada sabatina de clasificación Llarena no tuvo fortuna, ya que enfrentó problemas en la transmisión trasera del auto, que impidió realizar una vuelta rápida, además de las fuertes lluvias que azotaron esta región, por lo cual finalizó en el puesto 26 de 27 competidores.
Su impecable manejo le dio como resultado la remontada de 7 posiciones, en una faraónica misión la realizada po Mateo este domingo durante la carrera y así, finalizar en el puesto 19 de la general, con un tiempo de 27:35.689 minuto. El ganador de la competición fue el turco Ayhancan Guven, con un tiempo de 26:50.573 minutos.
Después de esta sobresaliente participación, Llarena, quien corre para el equipo alemán Molitor Racing Systems (MRS GT-Racing) se trasladará a Monza, Italia, donde el 6 de septiembre se correrá el Fórmula 1 Gran Premio Heineken D´Italia 2020.