Deporte Nacional

Los medallistas centroamericanos Luis Taracena y Sofía Alonso comparten la misma pasión por el lanzamiento de jabalina

Hace 10 años Luis Taracena y Sofía Alonso se conocieron en el estadio Doroteo Guamuch Flores con una jabalina en las manos cada uno, sin saber que con el  tiempo estas se convertirían en las perfectas flechas que los entrelazaría  para derrochar y compartir un amor genuino.  

Luis Mario Taracena y Sofía Isabel Alonso comparten la misma pasión por el lanzamiento de jabalina. El siguiente desafío de Taracena será en los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Barranquilla 2018. (Foto Prensa Libre: Carlos Vicente)

Luis Mario Taracena y Sofía Isabel Alonso comparten la misma pasión por el lanzamiento de jabalina. El siguiente desafío de Taracena será en los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Barranquilla 2018. (Foto Prensa Libre: Carlos Vicente)

Luis Mario tenía 18 años y acababa de regresar a la ciudad capital después de haber permanecido por un prolongado tiempo en Chicacao y Mazatenango, Suchitepéquez. Durante ese tiempo, Sofía celebraba sus 15 primaveras. Que los dos  se ejercitaran con distintos entrenadores no fue ninguna barrera para que comenzaran a conocerse y a cultivar una amistad.

“De primero fuimos muy buenos amigos”, reconoce Sofía Isabel, quien a sus 17 años comenzó a ser preparada por el técnico de Luis Mario, Víctor Taracena.

Empezar a compartir más tiempo con el mejor lanzador de jabalina del país —en los Juegos Centroamericanos de Managua  ganó el oro y estableció un nuevo récord—, hizo que su amistad tomara otro rumbo en el 2012.

“El tiempo ha pasado rápido. Ya tenemos cinco años de novios y somos muy felices. Nos complementamos. La pasión que sentimos por el lanzamiento de jabalina mantiene más vivo nuestro amor”, admite Alonso, quien en las justas nicaragüenses se colgó el bronce.

“Comenzamos a hablarnos por una canción del reguetonero Tito el Bambino, que estaba de moda y que yo siempre tarareaba. Ella me dio el nombre  de la melodía en un entrenamiento y desde ahí comenzó nuestra historia de amor”, confiesa Taracena.

Luis Mario y Sofía Isabel aceptan que la personalidad de cada uno fue el factor clave que los empujó a formar su relación.

“En un inicio Luis Mario no me llamaba la atención por su físico. Me enamoré de su forma de ser. Él nunca se da por vencido y siempre va para adelante”, asegura la atleta, quien antes de ser jabalinista fue gimnasta.

“Sofía tiene una actitud impresionante. Antes tiraba 20 metros y a base de esfuerzo y dedicación mejoró sus marcas para  hacer historia en un deporte poco practicado en el país”, indica Taracena.

Sentimientos encontrados

La medalla de oro y el récord centroamericano —71.78 metros— que impuso en Nicaragua Luis Mario le ayudaron para que renovara sus ilusiones hacia el deporte de sus amores. “Con un mal resultado tal vez le hubiera puesto punto y final a mi carrera, ya que la compensación económica de Q1 mil que recibo del Comité Olímpico Guatemalteco (COG)  no me alcanza”, señala.

Ese mismo sentimiento es el que experimenta Sofía Isabel, ya que con el resultado cosechado en Managua difícilmente obtenga una ayuda del COG. Retirarse de su disciplina  deportiva es una opción que analiza.

“La medalla de bronce que gané en Nicaragua me dejó triste, porque sé que las posibilidades de recibir apoyo son mínimas. Mis ahorros me los he terminado con las enfermedades que padece mi padre, él está muy grave. Ya de modelo tampoco tengo trabajo porque hay muchas venezolanas que han acaparado y abaratado el mercado”, explica, al tiempo que su novio le besa la frente.

Luis Mario y Sofía Isabel disfrutan de su carrera deportiva que se ilumina y se fortalece como cada lanzamiento que hacen.

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