Fue la tercera final de un Mundial entre Argentina y Alemania -algo inédito en la historia-, con dos victorias ahora para los germanos, que también se impusieron 1-0 en Italia-1990, y una para la Albiceleste, 3-2 en México-1986.
Para Argentina significó también la tercera derrota en una final y la segunda consecutiva, ambas ante Alemania, que llegó a esta instancia por octava vez, un récord, habiéndose impuesto además en Suiza-1954 y en casa en 1974.
El equipo de Alejandro Sabella hizo un planteo muy inteligente para maniatar a la máquina alemana, que venía de vapulear 7-1 a Brasil en semifinales y no tuvo muchas ocasiones de gol durante los 120 minutos, aunque una definición preciosa de G tze lo dejó sin nada.
La emotivo final, celebrada en una espectacular tarde soleada ante 74 mil 738 espectadores, marcó el cierre de un Mundial que Brasil organizó de manera perfecta a pesar de los temores iniciales por protestas sociales.
Autor de cuatro goles en los primeros tres partidos de Brasil-2014, Messi arrancó con todo pero no volvió a marcar en la fase eliminatoria y su sueño de igualar a Diego Maradona quedó trunco sobre el final.