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Brasil recibe a Argentina en el Mineirao para enterrar sus fantasmas

El 8 de julio de 2014 Brasil cayó al vacío. La humillación ante Alemania en el Mundial descubrió a una Seleçao aterrorizada, que perdió la luz y el alma hasta que Tite la rescató. Ahora vuelve al Mineirao para enfrentarse a Argentina dispuesta a enterrar a sus fantasmas.

La undécima fecha del premundial será mucho más que eso para ambas selecciones. Será la del clásico de mayor rivalidad del fútbol sudamericano, la que enfrente a Messi y Neymar, y la que podría despertar en la Albiceleste la pesadilla de 1970. 

Aquel fue el último año en el que la poderosa Argentina quedó fuera de una Copa del Mundo y ya hay quien alerta de que si la bicampeona no endereza el rumbo, la recta final hacia Rusia-2018 puede convertirse en un calvario.

Pero este apretado premundial es una montaña rusa. En solo tres meses, Edgardo Bauza pasó de lograr la vuelta de Messi a la selección, y de debutar poniéndola líder, a conducirla a la sexta plaza, fuera de los puestos para la próxima Copa.
Mientras, por el carril contrario, Brasil escapaba a toda velocidad de sus dos años en el infierno lanzada por los cuatro triunfos con los que comenzó la era Tite. 

Messi y Neymar

Dani Alves, Miranda, Marquinhos, Marcelo - Fernandinho, Paulinho, Renato Augusto - Philippe Coutinho, Neymar y Gabriel Jesús. DT: Tite.

Pero en esta inversión de trayectorias faltaba un pasajero: Lionel Messi.

“Hoy Messi es el mejor”, afirmó rotundo Tite cuando anunció su lista para el superclásico. Y en la Seleçao nadie lo duda.

Durante el desplome de Argentina, cuando a esta generación harta de que la fortuna le saque la lengua comenzó a deambular errática, no estaba él. De baja por lesión, el capitán vio por la tele los decepcionantes empates contra Venezuela y Perú (2-2), así como la alarmante derrota en casa ante Paraguay (1-0).

En urgencias, la Albiceleste se encomienda ahora a su mago con los números en la mano. Sin Messi, el equipo consiguió apenas una victoria en siete partidos por las eliminatorias, y con él tres triunfos en tres encuentros.

Demasiado en juego como darle abrazos al enemigo, por mucho que enfrente esté uno de sus grandes cómplices en el Barcelona, dentro y fuera del campo.

Después de volar juntos desde Barcelona, en el jet de Neymar incluido, los dos astros interrumpirán durante 90 minutos una amistad tan improbable como consolidada, pero imposible cuando el balón rueda a este lado del Atlántico.
“La rivalidad no disminuye porque varios futbolistas brasileños jueguen con argentinos en sus clubes. Existe el respeto por ser compañeros, pero ellos están en el otro lado y queremos hacerlo mejor que ellos para ganar”, opinó el zaguero Marquinhos, quien convive con Angel Di Maria en el Paris Saint Germain.

Tite y Bauza

Aunque adelantarse al enemigo no será fácil en un duelo que se prevé eléctrico.

Fiel a su estilo, todo apunta a que Tite desplegará en el Mineirao su once de confianza. Con Neymar, Gabriel Jesús y Coutinho por arriba y Renato Augusto y Paulinho en la creación, el nuevo seleccionador logró agitar el juego gris y sin ideas que se había instalado en la Seleçao. Más suelta y creativa, esta 'canarinha' renovada se encuentra inmersa en un exitoso viaje a los orígenes por el que se ha asomado incluso el 'jogo bonito'.

Romero - Zabaleta, Otamendi, Funes Mori, Mas - Enzo Pérez, Biglia, Mascherano, Di María - Messi e Higuaín. DT: Edgardo Bauza.


Respecto al último partido contra Venezuela, apenas caerían Filipe Luis por el recuperado Marcelo, mientras que Willian sería el sacrificado por el regreso de Neymar.

Mientras, Bauza sigue en el laberinto. Pese a que no ha dejado de defender a sus jugadores -algunos muy cuestionados como Agüero, Higuaín o Di María-, y volvió a llamar a casi todo el equipo que cayó contra Paraguay, al 'Patón' no le salen las cuentas.

Tanto que podría cambiar su esquema contra Brasil con varias alteraciones respecto al equipo titular que jugó en Córdoba, como la entrada de Enzo Pérez. 

Las cartas se levantarán el jueves cuando a las 17:45 ambas selecciones salten al gramado del Mineirao: Argentina con su futuro en juego y Brasil con su pasado enfrente.

“En cada convocatoria, me digo: 'Voy a tratar de limpiar mi nombre y el de la selección'. Y todos los que estaban en aquella semifinal piensan lo mismo”, confesó Marcelo el domingo en TV Globo.

Dos años después, la historia pasa de nuevo por Belo Horizonte. 

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