El Everton, además, evitó una amenaza que durante muchos minutos llegó a ser real. El fantasma de 1951, el último descenso del club a la Segunda División británica, acechó hasta el minuto 85, cuando Dominic Calvert-Lewin marcó un gol decisivo que desató la locura en entre los aficionados del club de ‘Merseyside’.
Antes, el Everton, que sumará su temporada 119 en la máxima categoría del fútbol inglés, tuvo que despertar de un mal sueño. El Crystal Palace, que no se jugaba nada más que el dinero extra por subir puestos en la clasificación, sorprendió al público de un estadio que se fue al descanso muy preocupado con un 0-2 en contra.
Y eso que pudo adelantarse en el marcador con un lanzamiento de falta de Richarlison que golpeó en el larguero de la portería defendida por Jack Butland. El intento del brasileño pudo cambiar el destino del encuentro, pero la realidad es que el guardameta del Everton, Jordan Pickford, fue el primero en recoger el balón de la red de su portería por culpa de un potente cabezazo de Jean-Philippe Mateta, que inauguró el marcador a los 26 minutos.
El mazazo fue grande, porque el equipo de Lampard no estaba jugando mal. Y, después del gol del Crystal Palace, tampoco perdió la compostura. Pero, aún así, en un rebote dentro del área, Jordan Ayew dio el segundo mazazo al Everton, obligado a resetearse en el descanso para intentar evitar una derrota peligrosísima.
Es que en la Premier League no te aburrís nunca. El Everton peleando por no descender, dando vuelta un 0-2, la gente ingresando en el campo antes de tiempo. Fulbo!
— 𝙅𝘿 (@JuannDis) May 19, 2022
No tenía más remedio y lo consiguió. La necesidad dio alas al equipo de Lampard, que redujo distancias por medio de Michael Keane y acosó al Palace hasta empatar a falta de quince minutos por medio de Richarlison.
Entonces, se volcó desesperado a por el tanto de la permanencia y consiguió el ansiado premio casi sobre la bocina, con un cabezazo de Calvert-Lewin que acabó con el sufrimiento de un club que rozó el infierno pero tocó la gloria y desató la locura entre la hinchada del ‘Merseyside’. El Everton, es de Primera División.
Ahora, los dos clubes que se jugarán la permanencia en la última jornada serán el Leeds United y el Burnley. El primero, con desventaja, en la decimoctava plaza por culpa del punto que consiguió el Burnley este jueves en su visita al Aston Villa. Con 35 unidades, las mismas que el Leeds, de momento estaría salvado.
Recibirá al Newcastle para cerrar el curso, mientras que el equipo de Jesse March, con Júnior Firpo, Diego Llorente y Rodrigo Moreno, tendrán que ganar al Brentford a domicilio y esperar un pinchazo de su rival.
Esperaban una ayuda del Aston Villa, pero la consiguieron a medias. Emi Buendia, con un tanto en los primeros minutos de la segunda parte, contrarrestó el gol de Barnes de penalti al borde del descanso para el Burnley. El gol del argentino dejó grogui al Burnley, que pudo perder con un remate de Ollie Watkins que salvó Nick Pope con una para soberbia.
Después, frenó a Bertrand Traoré con otra gran intervención y se erigió como el héroe de su equipo, que jugó cinco minutos con un hombre menos por la expulsión de Matthew Lowton. Aún así, sobrevivió y dependerá de sí mismo para salvarse en la última jornada.