La investigación abierta por la Cámara de Instrucción de la Comisión Ética de la FIFA también sospecha de Helmut Sandrock y Horst Schmidt, ambos antiguos secretarios generales de la DFB, y a Theo Zwanziger, expresidente de la DFB, y al exdirector financiero de la federación alemana Stefan Hans.
Beckenbauer y Zwanziger son sospechosos de corrupción, por haber recibido “pagos indebidos y contratos para sacar ventaja de la elección del país organizador de la Copa Mundial de la FIFA 2006”, precisa el comunicado de la Comisión Ética.
A Niersbach, que todavía pertenece al Comité Ejecutivo de la FIFA, se le acusa no cumplir con “obligación de denunciar” una violación del código ético.
A principios de marzo, el bufete de abogados Freshfields, en un informe solicitado por la DFB, indicó que no había ninguna prueba de la compra de votos por parte de Alemania para organizar la Copa del Mundo 2006, pero que no se podía descartar dicho mecanismo de corrupción.