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“Se encuentra sin déficit neurológico. La evolución cursa sin ningún tipo de complicaciones. Está vigil. Cursa un excelente postoperatorio. Le retiramos el drenaje”, dijo su médico personal y cirujano, Leopoldo Luque, en la puerta del sanatorio de Olivos, al norte de Buenos Aires, donde se practicó la intervención y donde permanece en terapia intensiva.
En este momento delicado de su salud, el 10 recibió de otro 10 y compatriota un emotivo saludo a través de las redes. “Diego, toda la fuerza del mundo. Mi familia y yo te queremos ver bien lo antes posible. Un abrazo de corazón!”, dijo el delantero del FC Barcelona Lionel Messi.
“De secuelas no hablamos, no vemos ese tipo de complicación”, dijo Luque sobre el ídolo operado seis días después de haber cumplido 60 años.
Los hinchas sufrieron y rezaron por el capitán emblemático de la Albiceleste y desplegaron grandes banderas con su imagen y la leyenda “¡Fuerza Diego!”, entre otras.
Maradona había sido hospitalizado el lunes en La Plata, al sur de la capital, por un cuadro de anemia y deshidratación, hasta que se detectó el hematoma subdural.
El mundo del futbol respiró aliviado con el anuncio de Luque, su médico personal y uno de los cirujanos. “Diego va a seguir en observación. Se pudo evacuar el hematoma de manera exitosa. Diego toleró bien la cirugía. Está bien y controlado”, anunció.
La intervención duró una hora y 20 minutos. Mientras el DT de Gimnasia y Esgrima La Plata estuvo en la sala de operaciones, decenas de admiradores sufrieron, rezaron y dejaron mensajes de aliento a su ídolo en la puerta del sanatorio.
Su abogado personal, Matías Morla, ratificó el éxito de la cirugía. “Diego está bien y sigue su recuperación”, dijo a la prensa este miércoles por la mañana a las puertas de la clínica.
Depresión y desmentidas
Morla reveló que Diego atravesaba una depresión cuando le detectaron el hematoma.
“Tenía una conducta rara, estaba muy depresivo y hacía comentarios sobre parientes que habían fallecido, que los extrañaba”, dijo.
Según refirió se trata de “un cuadro clínico de depresión vinculado al cumpleaños y a las circunstancias de la pandemia”.
El jugador que fue un artista y mago con la pelota tuvo cinco hijos, dos de ellas, Dalma y Gianinna, con su exesposa Claudia Villafañe. Las dos están disconformes con las personas del entorno de su padre, pero aunque un rumor indicaba que buscaban su tutela, Dalma lo negó tajantemente.
“Qué miserable tenés que ser para inventar alianzas y pedidos de tutela, ¿es mucho pedir que no hablen en nombre de mi hermana y mío cuando nosotras jamás dijimos qué íbamos a hacer?”, se descargó Dalma en redes sociales, a la vez que agradeció el apoyo de los fanáticos.
Ambas lo visitaron en la clínica. “Acabo de salir de la clínica y sólo quiero agradecerles a todos las muestras de amor constantes para mi papá, para mi hermana y para mí, gracias a todos los que rezaron por él”, agregó Dalma.
Sus otros hijos, de relaciones extramatrimoniales, son Jana, de 24 años, Diego Junior, de 34 años, y Diego Fernando, de siete. Jana le cultiva una huerta orgánica en el parque de la casa para que el “Pelusa” pueda alimentarse de manera más sana.
Morla asegura que hay al menos otros tres hijos en Cuba, aún no reconocidos.
El 10 en los quirófanos
Maradona ha pasado más de una ocasión por quirófanos, algunas veces en situaciones dramáticas. Su vida corrió peligro por dolencias cardíacas y respiratorias en 2000 y 2004. No hace mucho lo operaron de una rodilla en el mismo sanatorio privado.
Los excesos y las adicciones fueron el origen de sus emergencias de salud.
Nadie lo vio bien el viernes cuando se le hizo un homenaje por su cumpleaños, al que se presentó sorpresivamente en el estadio de Gimnasia.
Caminaba con dificultad y se marchó antes de que el “Lobo” platense goleara 3-0 a Patronata.
El covid-19 fue motivo también de que Maradona tuviera que permanecer confinado en su casa al ser paciente de riesgo.
En el estadio del ‘Lobo’ lo recibieron con abrazos y besos que no resultaron convenientes por su estado. “Lo tienen que cuidar más y poner límites”, declaró Fernando Signorini, quien fue su entrenador personal.
Hace años que Maradona pudo superar la adicción a las drogas duras, aunque sigue consumiendo alcohol y está medicado con tranquilizantes y ansiolíticos.