Por lo tanto, no ha sido necesario que la jueza Erika López, ni tampoco la fiscal y el abogado del Estado, interrogaran al jugador, que hace unas semanas ya devolvió los €1,5 millones de euros defraudados, más otros €200 mil euros de intereses.
Hacienda, concretamente, le reclama a Mascherano €587 mil 822 euros, correspondientes al ejercicio 2011, y otros €968 mil 907 euros de 2012, años en los que ya residía en España.
Según la fiscalía, el jugador usó dos estrategias para este supuesto fraude: no declarar las rentas obtenidas de Nike a través de una sociedad domiciliada en Miami (Estados Unidos) y simular la cesión de sus derechos de imagen a una entidad puramente instrumental radicada en Madeira (Portugal).
Pese a haber admitido los hechos, el proceso judicial deberá ahora seguir su curso: la jueza Erika López cerrará la instrucción en los próximo días y dictará un auto de apertura de juicio oral.
Javier Mascherano, que se ha marchado con semblante serio y sin hacer declaraciones a la salida del juzgado, se enfrenta a penas de 1 a 5 años por cada delito fiscal y a una multa que puede hasta sextuplicar la cantidad defrauda.
Sin embargo, es más que probable que el caso no llegue a juicio y que se dicte una sentencia de conformidad entre las partes, ya que el jugador ha admitido los dos delitos, ha devuelto la cantidad defraudada y podía haber pactado con la fiscalía el importe de la multa que deberá abonar.