Messi, que será juzgado por un juez de lo penal de Vilanova i la Geltrú, Barcelona, se sentará en el banquillo junto a su padre pese a que el fiscal solicitó el sobreseimiento de la causa para el futbolista porque considera que no tuvo conocimiento del fraude que perpetró su padre.
“Se acuerda la apertura de juicio oral por tres delitos contra la Hacienda Pública, de los que son acusados Jorge Horacio Messi Pérez y Lionel Andrés Messi Cuccittini”, notificó el juez instructor en un auto firmado el miércoles.
La resolución “es firme y frente a ella no cabe interponer recurso alguno”, añadió. El juicio, cuya fecha todavía no está fijada, se celebrará en Vilanova i la Geltrú, un municipio a 50 km al sur de Barcelona.
Messi, cuatro veces Balón de Oro, es el cuarto deportista más rico del mundo según la revista Forbes, que en 2014 le atribuyó unos ingresos anuales de 64,7 millones de dólares (47,28 millones de euros).
Así, el juez desestimó la petición de la fiscalía de juzgar únicamente al padre de Messi, a quien responsabilizaba de la trama de empresas pantalla creadas para defraudar presuntamente 4,16 millones de euros procedentes de ingresos de imagen entre 2007 y 2009.
“Existen indicios racionales de criminalidad respecto de ambos acusados”, argumentó el juez instructor en su auto, dando la razón al abogado del Estado, también personado en la causa, que mantuvo la acusación contra padre e hijo.
En su escrito de acusación, la fiscalía pidió 18 meses de prisión para el padre de Messi así como una multa equivalente a la mitad de la cuantía defraudada. El futbolista podría enfrentarse a penas similares. El abogado del Estado, que defiende los intereses de la administración de Hacienda supuestamente defraudada, pidió siete meses y medio por cada uno de los tres delitos para los dos hombres, es decir 22 meses y medio.
En todo caso, el jugador estrella y su padre deberían salvarse de la cárcel, aunque acaben condenados, ya que en España las penas inferiores a dos años no implican necesariamente entrada en prisión.
Messi y su padre fueron acusados en 2013 de haber defraudado 4,16 millones de euros (5,26 millones de dólares) en impuestos por derechos de imagen del jugador entre 2007 y 2009 mediante la creación de empresas pantalla en Belice y Uruguay, considerados paraísos fiscales en aquella época.
Aunque al inicio ambos desmintieron las acusaciones y culparon a un exasesor, finalmente Jorge Horacio Messi asumió la responsabilidad de los hechos, desvinculando a su hijo de la gestión y pidiendo el archivo de la causa sobre él.