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Riazor mide el atasco del Barsa; el Atlético y Real al asalto

La Liga BBVA acelera camino del esprint final inmersa en un frenética carrera por el título, algo impensable hace un mes, en la que el Deportivo medirá en Riazor el atasco en el que se ha metido el Barcelona con el Atlético de Madrid y el Real Madrid prestos para asaltar el liderato.

El Deportivo La Coruña será local contra el Barcelona este miércoles en la jornada 34 de la Liga. (Foto Prensa Libre: cortesía Deportivo La Coruña)

El Deportivo La Coruña será local contra el Barcelona este miércoles en la jornada 34 de la Liga. (Foto Prensa Libre: cortesía Deportivo La Coruña)

La trigésima cuarta jornada se presenta trascendental para los tres contendientes por el título, para el Barcelona porque encadenar un nuevo tropiezo sería más que preocupante, hasta grave, y para el Atlético y el Real porque sobre el papel encaran a los rivales más complicados que les queda hasta el final de temporada, el Athletic en San Mamés y el Villarreal en el Santiago Bernabéu.

Si atléticos y madridistas solventan ambos compromisos habrán superado una prueba de fuego. Si ello va acompañado de otro traspié del Barcelona le habrán arrebatado la iniciativa. Si el equipo de Luis Enrique Martínez levanta la cabeza seguirán su estela y mantendrán la presión.

La última derrota azulgrana ante el Valencia dejó al conjunto catalán como líder por mejor diferencia particular con el Atlético y con el Real Madrid, que tras encajar en el clásico el gol de Gerard Piqué se quedaba a trece puntos, a tan solo uno.

Los tres equipos han asegurado que para ganar la Liga habrá que ganar los cinco partidos. Es el momento de comprobar quién es capaz de conseguirlo.

Para los pupilos de Luis Enrique la visita a Riazor debe convertirse en un punto de inflexión tras caer en la Liga de Campeones y perder cuatro de los cinco últimos partidos -incluida la competición continental-.

No le queda otra que ganar a un Deportivo que tiene prácticamente asegurada la salvación, algo que la pasada campaña no logró hasta la última jornada en el Camp Nou, donde equilibró un 2-0 adverso frente a un Barcelona que festejaba el título y despedía a Xavi Hernández.

El Atlético de Madrid visitará el nuevo San Mamés, un feudo que se le ha dado bien en los últimos tiempos, pero en esta ocasión el Athletic, afianzado en posiciones continentales, aún puede aspirar a la Liga de Campeones -le separan seis puntos del Villarreal, cuarto-, lo que dificulta la empresa.

Anímicamente, el equipo de Ernesto Valverde se recuperó del mazazo de caer en los cuartos de la Liga Europa en la tanda de penaltis de Sevilla con un triunfo en Málaga. Al amparo de su hinchada espera frenar la marcha constante de los de Diego Pablo Simeone, el equipo que quizá esté dando mejores sensaciones en este tramo último de campaña al que parece no afectar ni siquiera el desgaste.


El Real Madrid, tras admitir que la Liga estaba perdida hace bien poco, se ha reencontrado con los resultados y se ha encontrado en una situación casi insospechada de entrar de pleno en la lucha.

Desde que perdió ante el Atlético en el Bernabéu, el equipo del francés Zinedine Zidane ha enlazado siete victorias, incluido el clásico en el Camp Nou, y, como el Atlético, está ya en las semifinales de la Liga de Campeones, variante que, por otro lado, podría tener su trascendencia en estas semanas finales de Liga.

Acude al coliseo blanco, amenazante, el Villarreal, un equipo que está cuajando una magnífica temporada, con buenos resultados, juego atractivo y dispositivo táctico que roza la perfección.

Tenía la cuarta plaza en el bolsillo, pero su derrota en Vallecas combinada con la victoria del Athletic le hacen estar aún más atento para no dejarla escapar. Y se presenta en el Bernabéu dispuesto a afianzar su puesto y reventar las aspiraciones blancas en un campo que históricamente le ha sido esquivo.

Los tres jugarán sus partidos el miércoles, primero el Barcelona, 45 minutos después el Atlético y cerrará la sesión el Real Madrid, que sabrá lo que habrán hecho sus rivales.

La trigésima cuarta jornada comenzará este martes con dos partidos en los que Espanyol y Betis, que juegan como locales ante Celta y Las Palmas, pretenden dejar definitivamente asegurada la salvación.

La lucha por la permanencia tiene varios frentes, alguno angustioso como el Granada-Levante que cerrará el jueves la jornada. El conjunto andaluz, que marca la salvación, tiene un punto de margen respecto al descenso y tan solo dos sobre el cuadro valenciano.

El Sporting, decimoctavo también a un punto de la luz, recibirá en El Molinón a un Sevilla más centrado ya en la Liga Europa y en la Copa del Rey que en la Liga, en la que parece haber perdido sus opciones de ser quinto o sexto y tiene asegurado el séptimo puesto.

Mientras, el Getafe, colista por primera vez desde septiembre de 2004, acudirá a Anoeta con la luz de alarma encendida y más que necesitado de poner fin a su mala racha.

El Rayo, aliviado tras su triunfo contra el Villarreal, visitará al Málaga, instalado en la mitad de la tabla, sin pretensiones ni problemas. Una victoria le daría la tranquilidad ya casi absoluta a los de Paco Jémez.

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