Los incidentes se produjeron el lunes afuera del estadio de Laferrere, al oeste de la capital argentina, a los 27 minutos del segundo tiempo de un partido entre ese club con Dock Sud.
Cuando los equipos empataban 1-1 comenzaron los enfrentamientos en las afueras de la cancha de Laferrere, donde barrabravas lanzaron piedras a la policía, destrozaron viviendas de la zona e incluso usaron autos estacionados como barricada.
“Fueron hechos lamentables, repudiables y vamos a tomar decisiones. Lo primero es la suspensión del club hasta el final del campeonato”, dijo el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Daniel Scioli, precandidato presidencial por el oficialismo.
El Gobernador recalcó que “no sólo agredieron brutalmente a nuestra Policía, sino que también han generado gran cantidad de daños a los vecinos trabajadores del barrio, destruyendo autos, vidrios y todo lo que ustedes pudieron observar”, dijo en un mensaje enérgico y visiblemente molesto.
El club Laferrere fue suspendido hasta el fin del campeonato este año y “sus responsables recibirán un castigo ejemplar”, indicó Scioli, excampeón de motonaútica.
Rivales solo en la cancha
El presidente de Dock Sud, Aníbal Campanini, se solidarizó con los directivos de Laferrere, club con el que empataba el lunes antes del enfrentamiento.
“Estoy en contra de la decisión. Es injusta la medida de suspender su cancha por tanto tiempo”, dijo a la prensa.
El gobernador Scioli denunció que hay un fiscal investigando los hechos violentos y fue amenazado en las últimas horas por desconocidos.
El jefe de la Policía bonaerense, Hugo Matzkin, indicó que son 26 los oficiales heridos tras el enfrentamiento con los fanáticos violentos.
“Terminaron 26 policías internados, de los cuales uno estuvo debatiéndose entre la vida y la muerte en la madrugada”, dijo Matzkin al agregar que ese funcionario está por ahora estable.
El incidente provocó reacciones en las más altas esferas del gobierno argentino y el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, pidió “sacar de la cancha” a los que provocan violencia en el futbol.
“En el mundo, lo único que ha dado resultado y que nosotros debemos hacerlo, es sacar de la cancha a aquellos que son los responsables de los desmanes, que no son miles, son 10 o 15”, dijo.
Fernández agregó que ese sistema para evitar que los incitadores de la violencia lleguen a las canchas está “frenado” por “situaciones exógenas que desconozco de dos o tres clubes grandes”, dijo sin dar más explicaciones.
Los aficionados violentos en argentina se disputan negocios como la reventa de entradas o el control de los estacionamientos alrededor de los estadios.
Argentina, donde el futbol es más que el deporte nacional, la violencia en este deporte provocó 16 muertes en 2014, según la organización no gubernamental Salvemos al Fútbol (SAF) ocurrieron 24 muertes entre 2012 y 2013 y un total de 198 en los últimos 40 años.