“Me quedé sentado en la poltrona en 2014 y (la oferta) no llegó porque las cosas tienen su tiempo. Llegó ahora, entendí que tenía que aceptar para que mi trayectoria incluya ser técnico de la selección brasileña. Un objetivo personal y tal vez en mi mejor momento profesional (…). Coraje, asumo ahora”, indicó Tite en una rueda de prensa.

Dunga -que ya había dirigido a la canarinha entre 2006 y 2010- fue despedido hace cinco días después de que Brasil saliera de la Copa América Centenario en la fase de grupos, algo que no ocurría desde hace 29 años.

“Después vi el gol de Perú, pero no vi el juego”, indicó sin hacer comentarios sobre el cuestionable tanto anotado con el brazo por Raúl Ruidíaz.

¿Brasil en riesgo?

Dunga dejó la selección brasileña en una situación comprometida.

En el premundial sudamericano hacia Rusia 2018, la canarinha marcha sexta, fuera de la clasificación e inclusive del puesto para pelear la repesca.

“El foco es la clasificación al Mundial. No estamos en la zona de clasificación, creo que el trabajo nos va a dar condiciones, pero está claro que corremos riesgo (…). Estoy aquí porque el resultado no vino”, lanzó el flamante seleccionador de 55 años.

El próximo partido de Brasil en el premundial será el 2 de septiembre en Ecuador, mientras que cuatro días después recibirá a Colombia.

“Vamos a viajar mañana para ver el juego de Colombia”  contra Chile por la semifinal de la Copa América en Estados Unidos, informó el estratega.

A diferencia del proyecto Dunga, Tite decidió que no entrenará la selección olímpica en los Juegos de Rio de Janeiro que arrancan el 5 de agosto.

Rogerio Micale, técnico de las categorías de base, será el técnico que comande a Brasil a la conquista de su primer oro olímpico, el único gran trofeo que le falta a la canarinha en su histórico palmarés.

“Si ganaba, medalla de oro; si no, tendría la excusa lista por haber asumido sobre la hora. Eso no lo podía hacer. La prioridad es la selección brasileña y desarrollar el trabajo sobre la clasificación”, explicó.