Según pudo confirmar EFE, la UEFA mantiene firmemente posición frente a la llamada Superliga y las acciones de los clubes implicados y que su decisión de no seguir con los procedimientos legales en curso no afecta de ninguna manera a esto.
La UEFA continuará luchando para hacer lo necesario para detener la llamada Superliga y cualquier otra forma de liga que separe respeta los procesos judiciales aunque considera que su continuación no sirve a su intereses ni a los de su federaciones miembro.
La UEFA inició en mayo una investigación disciplinaria por una posible violación de su marco legal por parte de Real Madrid, Barcelona y Juentus, los únicos tres clubes de los doce fundadores que no han renunciado a la idea-, pero paralizó luego los expedientes por decisión de su Comité de Apelación, órgano independiente.
Entonces señaló que entendía que era necesaria esta paralización, pero afirmó que seguiría defendiendo su posición en todas las jurisdicciones pertinentes.
Pese al anuncio de la paralización de los expedientes, el titular del juzgado madrileño, Manuel Ruiz de Lara, pidió el archivo de los procedimientos, petición que ha reiterado en el último requerimiento hecho hace unos días en un nuevo auto, en el que anunció que trasladará a la Fiscalía la presunta comisión de un delito de desobediencia a la autoridad judicial si la UEFA no lo hace.
El caso de la Superliga, iniciado por una denuncia de los clubes que impulsaron el proyecto contra la UEFA y la FIFA por abuso de posición dominante que impide la libre competencia, está pendiente también de que el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (THUE) se pronuncie sobre una cuestión prejudicial planteada al respecto por el juzgado español.
Este pidió que la cuestión se tramitara por el procedimiento de urgencia y acordó la suspensión del procedimiento de juicio ordinario hasta que el tribunal de la UE se pronunciara, medida que levantó hace unos días para que las partes puedan presentar alegaciones y contestar a la demanda.
También admitió la personación de LaLiga en el procedimiento, aunque mantuvo la suspensión del mismo para dictar sentencia, hasta que el tribunal de justicia de la UE resuelva la cuestión prejudicial que le planteó.