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Valencia pierde 3-2 con Betis y sigue sin puntos

Víctima de dos goles de Rubén Castro, el segundo de ellos en tiempo de reposición, el Valencia perdió su tercer partido consecutivo en la liga española el domingo por 3-2 contra el Betis y sigue huérfano de puntos en el penúltimo sitio del campeonato luego de tres fechas.

Daniel Parejo(d, sufre una entrada por el jugador del Betis, el chileno Felipe Gutiérrez. (Foto Prensa Libre: EFE)

Daniel Parejo(d, sufre una entrada por el jugador del Betis, el chileno Felipe Gutiérrez. (Foto Prensa Libre: EFE)

Castro avanzó al cuadro sevillano a los 38 minutos, y el ex valencianista Joaquín Sánchez amplió a los 54 por el Betis, que cuenta cuatro unidades y marcha 12do.  

El Valencia jugó desde los 49 minutos con un hombre menos por la expulsión del argentino Enzo Pérez, pero mostró su mejor cara cuando peor pintaban las cosas y logró nivelar gracias a Rodrigo Moreno (75) y el también argentino Ezequiel Garay (78).  

Sin embargo, Castro apareció de nuevo en los descuentos para dar la victoria al Betis y echar un jarro de agua fría sobre la aficionado local, que ya ha sufrido dos derrotas en su estadio en lo que va de torneo.  

 “Empezamos ansiosos y nerviosos por conseguir la victoria. Nos encontramos con el 2-0 y uno menos, e hicimos lo más difícil, que era igualar. Pero se nos fueron los puntos en el último minuto. Fue una pena”, lamentó Garay.  

En el otro partido de la jornada, el invicto Eibar se impuso 2-1 en cancha del Granada y mejoró al sexto lugar de la clasificación.  

La expulsión del arquero Asier Riesgo a los 31 minutos dejó con uno menos al Eibar, aunque Pedro León puso en ventaja al cuadro vasco a los 43, cuando soltó un pelotazo desde lejos que no acertó a detener el mexicano Guillermo Ochoa.    

El Granada igualó gracias a Artem Kravets (76), pero encajó otro tanto en los descuentos de Sergi Enrich y es 17mo sin victorias en su casillero.   

“No nos lo podemos creer. Impusimos nuestro juego durante casi todo el partido. Estamos muy tristes. No se nos pueden escapar estos puntos”, declaró el argentino Ezequiel Ponce.  

La jornada se completa a continuación con el partido Deportivo La Coruña-Athletic de Bilbao.    

El Real Madrid lidera la clasificación en solitario con nueve puntos de nueve posibles tras golear el sábado por 5-2 a Osasuna, mientras que el Barcelona perdió 2-1 de local ante el Alavés y marcha quinto con seis unidades. El Atlético de Madrid cosechó su primera victoria, 4-0 sobre el colista Celta de Vigo, y figura séptimo con cinco puntos.

Apremiado por su situación en la tabla clasificatoria, el Valencia buscó el gol con ímpetu pero escaso orden, expuesto siempre a un contragolpe del Betis, que supo jugar sus cartas y amenazar primero con una hábil maniobra de Darko Brasanac y un remate de Alex Alegría a manos de Diego Alves.    

José Gayá se estiró por el carril izquierdo valencianista, pero su zurdazo centrado lo detuvo también Antonio Adán, con acierto repetido ante un cañonazo alto de Garay y posteriores intentos de Santi Mina y Rodrigo.    

Pero cuando más entonado pareció el cuadro local llegó el gol del Betis, obra de Castro tras paciente recorte a Joao Cancelo y comba al rincón más lejano.    

Empinada la montaña, la cuesta se le puso aún más difícil al Valencia con la expulsión de Pérez nada más iniciarse la segunda mitad. La entrada desmesurada del argentino acabó por condenar al equipo de Pako Ayestarán, que encajó el segundo en inferioridad numérica y en contragolpe culminado por Joaquín, frío definidor ante Alves.    

Los locales apelaron a Munir El Haddadi para intentar recortar, y el ex jugador del Barsa impactó un balonazo en el travesaño que removió los cimientos de la posible victoria bética.    

Un gol de alta escuela de Rodrigo, hábil para colar la pelota entre las piernas de Adán, hizo soñar al Valencia, que se echó arriba y finalmente igualó en remache de Garay tras un cabezazo de Munir repelido por Adán.    

Sin temor pero con uno menos, los locales se volcaron y Munir y Moreno volvieron a forzar dos intervenciones del arquero con sendos zapatazos lejanos.  

Pero nuevamente, cuando más posible parecía la gesta para los valencianistas, aparecieron los espacios atrás y el olfato de Castro, perseverante para empujar un cruce de Cristiano Piccini y dejar con la miel en los labios a los aficionados “chés”. 

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