Guatemala se enfrentó a dos fracasos casi continuos por buscar asistir a una Copa del Mundo. La primera fue con la selección sub-20 que fue eliminada en República Dominicana, y recientemente con la mayor, la cual terminó siendo goleada y eliminada por su similar de Costa Rica 5-0.
La sub-20 competía para el Mundial en Costa Rica 2022, y la mayor para avanzar al Premundial rumbo a la Copa del Mundo Nueva Zelanda 2023 y Juego Olímpicos Paris 2024.
La bicolor absoluta, empezó a despedirse del torneo, luego de caer en casa ante San Cristóbal y Nieves (1-2) y posteriormente, todas las aspiraciones se sepultaron en San José.
De haber estado como líder del Grupo B, Guatemala terminó en el tercer puesto, lejos de los objetivos trazados.
Es de resaltar que los únicos dos juegos que ganó la Bicolor Nacional, fueron bajo la dirección técnica de Conrado Paredes, quien tomó el cargo puesto a que Espinoza tenía Covid-19.
¿Qué tanto hay que analizar?
Espinoza tomó el cargo hace tres años, relevando a Benjamín Monterroso, quien pasó a ser el coordinador de las selecciones femeninas, alguien que también tiene toda la responsabilidad de los recientes fracasos.
Contaron con el tiempo suficiente para trabajar y preparar a los equipos para las competencias internacionales.
Este proceso Espinoza – Monterroso, quedará marcado por el conflicto que tuvieron con la delantera que milita en la Sampdoria de la Seria A de Italia, Ana Lucía Martínez, a quien decidieron no volverla a convocar, casualmente después de que demandara públicamente la falta de fogueos de cara a la eliminatoria. Algo que después sirvió de excusa para Espinoza luego de la debacle ante las ticas.
Se espera que tras la reunión del próximo lunes, el Comité Ejecutivo de la Federación Nacional de Futbol, tome una decisión concreta sobre lo hecho tanto por Edy Espinoza, como el trabajo de coordinación de Benjamín Monterroso, quien como técnico en su momento de la selección no pasó nada más de lo mismo.