El grupo añadió que trabaja en la apertura de una filial en Francia, y precisó que la creación de dichas filiales en Europa empezó “hace más de dos años”.
“Examinamos regularmente nuestras estructuras para garantizar que podemos servir a nuestros clientes lo mejor posible y proponer productos y servicios adicionales”, señaló el grupo en un comunicado.
El hecho de declarar país por país implica pagar impuestos en todos estos, algo que no hacía hasta ahora Amazon.
Amazon, que tuvo una pérdida de US$57 millones en el primer trimestre del año, tenía en enero 32 mil empleados permanentes en Europa.
El grupo comercializa 100 millones de productos a través de 28 centros de distribución en el continente.
Hasta hace poco, Amazon relocalizaba sus beneficios europeos en su sede de Luxemburgo –país con una ventajosa fiscalidad — lo que le permitía aligerar considerablemente su carga de impuestos.
Amazon es precisamente una de las grandes empresas que la Comisión Europea vigila con lupa por sus prácticas fiscales.
En los últimos años, dichas sociedades evitaron pagar los debidos impuestos por los beneficios obtenidos gracias a sofisticados montajes fiscales.