Economía

Siderúrgica Jindal amenaza con dejar proyecto en Bolivia

La siderúrgica india Jindal amenazó este sábado con abandonar Bolivia, donde explota un gran yacimiento de hierro en la frontera con Brasil, el mayor proyecto minero del presidente Evo Morales, tras ser multada por segunda vez en dos años por supuesto incumplimiento del contrato

La empresa sería elproyecto minero más importante del Gobierno del presidente Evo Morales. (Foto Prensa Libre. EFE)

La empresa sería elproyecto minero más importante del Gobierno del presidente Evo Morales. (Foto Prensa Libre. EFE)

Un comunicado de la empresa dice que “se encuentra evaluando los hechos suscitados para considerar su continuidad en Bolivia” , luego del anuncio del ministro de Minería, Mario Virreira, sobre el cobro de una garantía bancaria de la empresa por US$18 millones.

“Sobre el cobro de la segunda boleta, Jindal Steel Bolivia procederá, en el marco del contrato de riesgo compartido, a defender sus intereses en los ámbitos legales que corresponda” , dice la nota.

Hace dos años el Gobierno cobró una primera garantía bancaria, también de US$18 millones, y acusó a la empresa de retraso en sus inversiones para explotar la mina del Mutún, lo que derivó en un conflicto legal entre las partes aún sin solución.

Virreira dijo el viernes último que Jindal debe depositar de nuevo esa cantidad en garantía, como máximo la próxima semana, para continuar en el proyecto.

La empresa india calificó de “sorprendente”  el nuevo cobro, alegando que días antes las autoridades habían expresado su intención de ampliar la validez de la garantía por 90 días, en los cuales se iban a ajustar algunos detalles del proyecto.

El Mutún es un cerro con 40 mil millones de toneladas de distintos minerales, principalmente hierro, y Jindal debía explotar la mitad, según el contrato firmado en 2007.

El Gobierno de Morales, que no ha podido concretar los proyectos industriales que anunció desde que llegó al poder en 2006, ha denunciado varias veces que Jindal ha incumplido las inversiones comprometidas, que hasta 2012 debían sumar 600 millones de dólares.

Jindal replica que sus inversiones superan ese monto y denuncia, a su vez, un “incumplimiento unilateral del Gobierno de Bolivia”  en la entrega de tierras para operar, la provisión de gas para el complejo siderúrgico y “la ausencia de desarrollo de infraestructuras”  para acceder al yacimiento.