El decreto, que establece nuevas reglas para las concesiones de puertos públicos y autorizaciones de apertura de puertos privados, tenía que ser aprobado por los senadores.
El texto será enviado ahora a la presidenta Dilma Rousseff para su sanción. La mandataria evaluará si veta las enmiendas aprobadas por el legislativo.
Según los sindicatos del sector, Brasil cuenta con 34 puertos públicos con 172 terminales públicas y 129 puertos mixtos (público/privados) que emplean a unos 80 mil estibadores.
Con este decreto emitido en diciembre del 2012 y el anuncio de una serie de inversiones por US$28 millones, el gobierno brasileño busca mejorar la competitividad de la economía poniendo fin a obstáculos en el sector, como vetustas y saturadas infraestructuras y la burocracia, que afectan la actividad económica.