Leonardo Camey, presidente de esa sala, afirmó que la decisión tiene como objetivo “transparentar el trabajo”.
Álvaro González Ricci, del Partido Compromiso, Renovación y Orden (CREO) fue electo de manera unánime para ocupar el puesto de Baldizón, mientras que Juan José Porras, del partido Visión con Valores (Viva) ocupará el cargo de vicepresidente.
Luego de los nombramientos, se dio inicio a una serie de cuestionamientos respecto de la propuesta.
Johny Gramajo, director del departamento de Análisis Macroeconómico y Pronósticos del Banco de Guatemala, destacó que las fortalezas del país son su estabilidad macroeconómica, el déficit fiscal manejable y la disciplina monetaria.
Sin embargo, el funcionario, mencionó que una de las debilidades es la reducida base impositiva.
Salvador Baldizón consultó a los técnicos del banco central respecto de la posibilidad de aumentar la carga tributaria y respondieron que se requiere de “un estudio más profundo, pero que podían aconsejar elevarla a 15%”.
432 millones es el monto de presupuesto planteado para 2016.
Ricci preguntó si es posible eliminar de la propuesta las deficiencias netas del Banguat, que se refieren al costo de la política monetaria por las operaciones que realiza la banca central en el mercado para controlar diferentes variables, sobre todo la inflación.
“Por ningún motivo podían dejar de incluirse, porque tendrían que ser absorbidas por el Estado con bonos del tesoro u otros instrumentos”, enfatizó Gramajo.
Las deficiencia en el presupuesto 2016 ascienden a Q1 mil 500 millones.
Francisco Rivera, jefe interino de la SAT, indicó que el fisco dejarán de percibir Q400 millones en el último trimestre del año; Q250 millones no recaudados por ellos y Q150 millones por la suspensión del impuesto a la telefonía.
La reunión fue suspendida y acordaron continuar el próximo lunes.
