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Cómo calculará el INE el nuevo costo de la Canasta Básica de Alimentos (CBA) y por qué su metodología ha generado dudas

Antes de fin de año se definirá el salario mínimo que regirá en el 2024 y en esa decisión pesan factores como la inflación y el costo de vida de la población.

La nueva estructura para el costo de la Canasta Básica de Alimentos cambio de metodología, de manera que, a partir de enero próximo, su medición se hará con base en el consumo per cápita estimado. (Foto Prensa Libre: Freepik)

La nueva estructura para el costo de la Canasta Básica de Alimentos cambio de metodología, de manera que, a partir de enero próximo, su medición se hará con base en el consumo per cápita estimado. (Foto Prensa Libre: Freepik)

La semana pasada, el Instituto Nacional de Estadística (INE) hizo pública la nueva estructura para el costo de la Canasta Básica de Alimentos (CBA) con un cambio de metodología, de manera que a partir de enero próximo, su medición se hará con base en el consumo per cápita estimado, de acuerdo con los resultados de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (Enigh) 2022-2023.

Además, hasta el mes en curso, la medición del indicador es por hogar, a partir de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos Familiares (Enigfam) de 2009-2010, lo que hoy cambia a una CBA urbana y otra rural.

Es decir que los resultados oficiales derivan de una nueva estructura de la población y sus requerimientos energéticos diarios (RED), aunque para seleccionar a la población de referencia hubo que deflactar los precios entre áreas geográficas para llevarlos al mismo nivel y hacerlos comparables. El deflactor obtenido fue de 0.928.

Para formar una canasta corta, se definieron 62 alimentos para el área urbana y 55 para la rural, con un costo promedio mensual de Q531.53 y Q371.57 por persona, respectivamente.

Nuevo parámetro

En la nueva metodología, se establecen varios parámetros denominados “Costes de las Necesidades Básicas”, en la cual se establecen los siguientes pasos:

  • Base alimentaria Enigh con TCA: vincula el 100% de los alimentos referidos en la Enigh con los alimentos de las Tablas de Composición de Alimentos (INCAP/USDA).
  • Canasta larga urbana y rural: lista por completo los productos consumidos por la población de referencia por área geográfica.
  • Evaluación nutricional Canasta Corta: determina el aporte energético y de macronutrientes de los alimentos que integren la canasta corta y se compara con la canasta de los RED -requerimientos energéticos diarios-.
  • Canasta corta urbana y rural: estima la canasta corta de alimentos por área geográfica.
  • Población de referencia: determina la población de referencia.
  • Estimar RED: estima los requerimientos energéticos diarios (RED) de la población.
  • Ajustes nutricionales: realiza los ajustes en energía y macronutrientes de los alimentos que integran la canasta corta según los RED determinados.

En la parte de la metodología del “Costes de las Necesidades Básicas”:

  • Costo Kcal dentro del hogar: estima el costo por kilocaloría dentro del hogar que aporta la CBA.
  • Consumo fuera del hogar: determina el consumo fuera del hogar de alimentos y kilocalorías.
  • Coeficiente de Orshansky: establece la relación entre el gasto alimentario y el no alimentario.
  • Compartir información: compartir avances e información sobre la actualización metodológica de la CBA, instituciones de gobierno y organizaciones no gubernamentales.
  • Publicación y difusión: publica y difunde los resultados de la CBA actualizada
  • Consensos: promueve el proceso participativo con academia, instituciones de gobierno y no gubernamentales, organizaciones internacionales sobre la actualización metodología de la CBA.
  • Costo monetario CBA: determina el costo de la CBA urbana y rural.

Interpretación  

Los resultados de la nueva CBA han generado múltiples reacciones y posiciones encontradas desde lo técnico hasta el plano político, y una de las recomendaciones es que los indicadores sean revisados por las nuevas autoridades de gobierno.

Hugo Allan García, subgerente técnico del INE, indicó que la carne de pollo es uno de los productos preferidos en los hogares, más de lo que se había observado en otras CBA, pero aclaró que no es representativa de un hogar en particular, sino de la población en general.

Reconoció está generando problemas la comparación contra lo que usualmente se consume en particular, lo que depende mucho de los ingresos de cada hogar. Además, que las CBA siempre se han construido con información “por persona” y al presentarlo en cifras globales, siempre se había tomado la decisión de presentarlos a nivel de hogar, pero a partir de ahora será a nivel individual.

La CBA vigente hasta diciembre para una familia de 4.77 miembros, y la que se actualiza considera un hogar de 4.4 miembros, con diferencias entre el área urbana y la rural. “Es lógico que, a menos miembros en el hogar, el gasto tiene que disminuir dentro de la CBA. Las personas tienen que multiplicar por cuantas personas hay en su hogar para contar con un estimado de cuánto representa la canasta en un caso muy particular”, apuntó.

¿Es real o irreal?  

A la pregunta ¿si es real o irreal esta CBA?, el subgerente técnico reiteró que este instrumento no consiste en una recomendación del INE sobre lo que se debe comprar en los hogares, sino que es información de lo que gastan los hogares para satisfacer un mínimo de calorías, pero también puede  ser que los hogares consuman un poco más.

Defendió que el tema de los datos viene de la Enigh con 13 mil hogares entrevistados, y los datos son buenos porque las mismas familias los proporcionaron.

Sobre esa misma interrogante, Érick Coyoy, analista de la Asociación de Investigación de Estudios Sociales (Asíes), criticó que el cambio de la metodología considera a una solo persona y no un hogar promedio, lo que es muy relativo.

“El consumo de calorías que el INE considera que una persona debe consumir debe analizarse más a fondo, ya que existen estándares internacionales que organismos especializados establecen y habría que determinar si hay suficiente respaldo técnico para reducir la cantidad de calorías necesarias para vivir”, subrayó.

A su juicio, a partir de la reducción en la cantidad de calorías, “habría que validar si realmente una persona pueda vivir al mes comprando todos los productos básicos que se señala”.

Ya en el contexto político, es de la opinión que las nuevas autoridades de gobierno deben hacer una validación metodológica.

Por lo pronto, en enero del 2024 se realizará el levantado del nuevo IPC y se actualizarán los precios de la nueva CBA. En ese cálculo también se estará presentando la estimación del consumo de alimentos fuera del hogar, que no estaba anteriormente.

Es decir que en la CBA actual hace falta estimar cuánto cuesta consumir kilocalorías de alimentos que se adquieren fuera del hogar, como refacciones, desayunos, almuerzos y toda esa parte habrá que agregarse en enero.

Qué dice el Banguat

Las autoridades también se refirieron sobre la estructura de la nueva Canasta Básica de Alimentos (CBA) que dio a conocer el Instituto Nacional de Estadística (INE).

El vicepresidente del Banguat Alfredo Blanco Valdés, comentó que le han dado seguimiento al cambio del año base del Índice de Precios al Consumidor (IPC) que ha sido bastante largo, y que nace de la última Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (Enigh), y que la calidad de la medición está garantizada, ya que se realizó con acompañamiento del FMI y de la Comisión Económica para América Latina (Cepal).

Con esa perspectiva, remarcó, se ve desde la banca central con positivismo y como un buen aporte a la nación, ya que se tenía más de 10 años de no contar con una canasta actualizada, y la anterior ya estaba generando problemas metodológicos.

Sobre el costo por persona que se está calculando en la nueva CBA, explicó que el consumo calórico per cápita pasó de dos mil 262 kilocalorías a escala nacional: dos mil 101 kilocalorías en el área urbana y dos mil 53 en el área rural. “Y hay un aspecto muy importante, ya que ahora no se va a medir, como antes, como un dato para todo el país, sino uno para el área urbana y otro para rural, por lo que es natural que no coincidan con la medición anterior “ya que se está comparando peras con manzanas”.

Recordó que el estándar ahora es por persona y la publicación del costo mensual se realizará per cápita y no por hogar. “Para nosotros es técnicamente aceptable con los estándares internacionales avalados por la Cepal y FMI”, precisó. El número de miembros del hogar en el área urbana es de 4.15 y el área rural es de 4.77.

“No es lo mismo medir a un hogar y a una persona”

Jorge Benavides, investigador asociado de la Fundación para el Desarrollo de Guatemala (Fundesa), explicó la importancia de que el año base para el cálculo del IPC se actualice cada 10 años, tomando en cuenta que constantemente cambian los patrones de consumo de la población, así como las ocupaciones que les generan ingresos.

Mencionó que cuando se busca determinar la CBA, es necesario conocer tres aspectos:

  • Requerimiento calórico de las personas en el hogar.
  • Productos que consumen las personas en Guatemala.
  • Cuáles es la mejor combinación de esos productos para poder satisfacer esas necesidades calóricas; y dependiendo de ello, se determina el costo de adquirir esa canasta.

Recordó que, aunque ha habido actualizaciones y cambios en la CBA, no se ha actualizado al guatemalteco promedio que se quiere medir.

“Si uno toma lo que consumen los guatemaltecos habrá un promedio muy sesgado hacia el alza porque hay personas que consumen calorías o productos alimenticios muy caros; y al hacer un promedio de lo que consumen las personas los precios tienden a salir altos, aunque no sean representativos de toda la población”, remarcó.

Entonces, en lugar de hacer un promedio de todo lo que consumen las personas, lo que aconseja la Comisión Económica para América Latina (Cepal) es tomar a un guatemalteco promedio, que está ubicado en la mitad de la distribución, y sobre él tratar de comprender cómo y cuánto consume.

Explicó que, en la Enigh, se tomó como referencia el quintil 56, y eso quiere decir que si se tuviera a cien guatemaltecos en lugar de promediar cien valores, solo se van a considerar los valores de las personas que están a la mitad, que es más representativo.

Entonces, expuso que era necesaria una corrección en la cantidad de calorías, ya que anteriormente, estas se estimaban según el tipo de actividad del guatemalteco promedio, y por eso hay una reducción en las colarías diarias. “Eso es importante, porque no es lo mismo pagar una canasta con más calorías, que con una con menos”.

Lo otro es qué consume ese grupo de personas; y de esos alimentos, cuanto se necesita para llenar el requerimiento calórico.

Y finalmente, se debe determinar cuánto cuestan esos productos, y en lugar de contar los satisfactores para un hogar, se cuantificaron para una persona promedio. ¿Qué quiere decir eso?, que en vez de ver a una familia promedio, de tres adultos y dos hijos, o de dos adultos y tres menores, se ubicó a una persona que está en promedio etéreo del país, que es de 27 años, y eso fue lo que arrojó el resultado de los Q531.

El investigador reiteró que no es comparable la cifra anterior de la CBA porque se están evaluando distintas formas de compra, números de personas, dieta y requerimientos calóricos.

 

ESCRITO POR:

Urias Gamarro

Periodista especializado en macroeconomía, finanzas públicas e infraestructura, con 20 años de experiencia en medios radiales, impresos y digitales.

Rosa María Bolaños

Periodista de Prensa Libre especializada en medios escritos y radiales en temas de energía eléctrica, empleo, impuestos, empresas y negocios con más de 20 años de experiencia.