Economía

El Banco Mundial prevé que el crecimiento económico de Guatemala será superior al promedio de Latinoamérica en 2023

La entidad presentó este 4 de octubre su nuevo informe de perspectivas económicas para América Latina y el Caribe, refiriendo que la región crecerá este año 2%.

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población buscando empleos

Los indicadores macroeconómicos son estables, pero falta mejorar los de desarrollo social afirma el BM en su panorama sobre Guatemala. (Foto, Prensa Libre: Hemeroteca PL).

La perspectiva de crecimiento económico de Guatemala este año es de 3.4%, una mejora respecto a la última cifra citada en junio (3.2%), según el Banco Mundial (BM), cuyo economista jefe para América Latina y el Caribe, William Maloney, presentó el informe económico “Conectados: Tecnologías digitales para la inclusión y el crecimiento”.

El organismo actualizó su información sobre el país en su página electrónica, donde expone que el país es la mayor economía de Centroamérica en términos de población (de alrededor de 17 millones a 2021) y en actividad económica, como un producto interno bruto (PIB) de US$95 mil millones en 2022.

Además, cita que Guatemala experimentó un crecimiento estable de 3.5% en promedio durante el período de 2010 a 2019, aspecto que ha sido respaldado por una prudente gestión fiscal y monetaria y una economía abierta, a pesar de que registró una de las menores contracciones (-1.8%) de Latinoamérica en el 2020, derivada de la pandemia.

“Posterior a eso hubo un repunte de 8% en el 2021 y de 4.1% en 2022, aspecto que fue apoyado por un monto récord de remesas que impulsaron el consumo privado y ahora se espera que la economía del país crezca 3.4 en 2023”.

Sin embargo, refiere que Guatemala ha experimentado estabilidad económica (de forma histórica), pero esto no se ha traducido en una aceleración del crecimiento que permita cerrar la brecha de ingresos con países ricos y las tasas de pobreza y desigualdad siguen altas con particular desventaja para los pueblos indígenas y la gente empleada en el sector informal.

“Un estado pequeño e ineficaz, persistentes deficiencias en el acceso a servicios básicos, limitadas oportunidades laborales y productivas y frecuentes desastres son algunos de los factores clave que han contribuido a la pobreza en Guatemala”, aspectos que explican las altas tasas de emigración y la importante dependencia de la economía y los hogares de las remesas, se indica.

En 2021, los emigrantes enviaron remesas por un equivalente al 17.7% del PIB, añade el BM; y en el 2022, se situó en US$18 mil 40.3 millones (un crecimiento de 17.9% en relación con el año anterior) según datos del Banguat.

En el informe del BM, Guatemala aparece como el segundo país dentro de los 10 principales receptores de remesas en Latinoamérica en ese año, solo después de México que registró US$61 mil 200 millones. Y como porcentaje del PIB, Guatemala ocupa el sexto lugar con 19.1%.

Con ello “las remesas representan un salvavidas adicional para los más pobres, en particular en Centroamérica y el Caribe”. México fue el segundo mayor receptor de remesas del mundo tras India, seguido por Centroamérica con US$38 mil 900 millones.

“Esta enorme participación en el ingreso nacional trae consigo tanto ventajas como desventajas: Por un lado, las remesas son un componente importante del ingreso de los hogares pobres, aunque estos flujos de recursos suelen ser volátiles, particularmente durante trastornos mundiales que impactan tanto a países emisores como receptores”.

Potencial y nuevo gobierno

En otros aspectos positivos, el BM menciona que Guatemala tiene un enorme potencial para generar crecimiento y prosperidad para la población, ya que tiene muchos recursos naturales, es uno de los países megadiversos del mundo, una vasta riqueza cultural, y está en un punto estratégico por su proximidad a Estados Unidos, lo cual ofrece importantes oportunidades de turismo y de nearshoring, aunque también refirió que a nivel regional no se está aprovechando esa tendencia.

Los ejecutivos del Banco Mundial no respondieron en la conferencia de prensa acerca del posible impacto en la economía de las acciones de entidades del sector justicia contra el proceso electoral de Guatemala. En el panorama general de país, el BM indica que en agosto de 2023, Bernardo Arévalo fue electo presidente tras postularse con una propuesta de fuerte inversión social y económica y una postura en contra de la corrupción.

Añade que Arévalo, quien asumirá el cargo en enero de 2024, enfrentará un Congreso fragmentado, los desafíos de aumentar la rendición de cuentas y la eficacia del sector público y de promover las reformas necesarias para abordar importantes brechas de desarrollo.

 

Cifras regionales y otros retos

Para Latinoamérica y el Caribe, las previsiones del BM en abril eran de un crecimiento de 1.4% este año, lo que ya subió a 2%. Sin embargo, según sus pronósticos el crecimiento regional será flojo en 2024 con 2.3% y en 2025, con 2.6%.

“Estas tasas, similares a las de la década de 2010, no son suficientes para lograr los avances tan necesarios en materia de inclusión y reducción de la pobreza”, advirtió William Maloney, a quien le preocupa que la región no debe dormirse en los laureles sino definir “qué hacer para crecer”.

El ejecutivo expresó que tampoco se ve una estrategia clara para aprovechar la nueva tendencia de comercio llamada nearshoring, que consiste en la deslocalización de servicios a una zona cercana. Además, recuerda que América Latina sigue sin recuperar el retraso en términos de infraestructura, formación de capital humano y conectividad digital.

Por ello, debe buscar la manera de no quedarse rezagada y aprovechar las ventajas de la economía digital, pero no verlas como una solución mágica ya que sin capacitación y sin objetivos claros, podría “exacerbar las desigualdades”. Por lo tanto, sugiere aumentar el internet móvil pero también el fijo y la capacitación a las personas con dispositivos, como parte de la alfabetización digital.

Con información de AFP y EFE