Para ello, debemos cuidar de quiénes tienen llaves para ingresar al negocio, el proceso de incorporar colaboradores es definitivo, uno de los problemas de nuestras empresas es alta rotación y las causas principales dos: la selección y la dirección, cuando no tenemos líderes sino supervisores y jefes, la rotación crece y la confianza disminuye.
No contrate solo profesionales de cartón universitario, incorpore apasionados por una actividad, cableados para ser exitosos en lo que les gusta y facilíteles las habilidades necesarias para convertirlos en colaboradores excelentes.
Recuerde que crear la cultura de la empresa será lo primero, no suponga que una estrategia es suficiente y le recuerdo las palabras de Drucker: “la cultura se desayuna cualquier estrategia”.
Dedique su primer ejercicio a definir los tres y nunca más de cuatro valores institucionales, promuévalos, resalte el uso de estos, que se conviertan en hábitos indispensables y no pase por alto aquellos que los infrinjan.
No hable de estrategia al cliente externo mientras no tenga un equipo interno consolidado y claro en lo que representa un equipo institucional, cree todos los indicadores que considere oportunos, pero valore más aquellos que permiten servicio y cooperación entre las diferentes áreas de la compañía.
Deje los creativos cumplir con su tarea de magia y busque los administradores para que persigan y atiendan los cumplimientos, clara lección nos ha dado el señor Elon Musk, que, siendo un excelente creativo, demostró sus debilidades para dirigir.
Recuerde primero tener un buen producto o servicio, luego establecer relaciones, posteriormente negociar y finalmente vender, si no respeta el proceso su negocio podrá ser sueño y suspiro, acabará pronto.
Cambie el juego tradicional de pensar que el cliente es aquel que te compra y ya, debe conseguir que la interacción en la compra y venta sea una experiencia, muchos entramos a una tienda Apple y efectivamente no compramos, pero después de vivir la experiencia, de tocar, oír y ver, un tiempo después queremos un aparato de esos.
Logre que sus clientes lo recomienden, cuando lo consigue, garantiza que su producto cumpla con leyes de calidad y oportunidad y además convierte a sus clientes vendedores.
La mayoría de nuestros emprendimientos son familiares y la biblia empresarial dice; separe el corazón del bolsillo, si alguien desea trabajar en la empresa que sea por meritocracia y no por simple amor.
* yesid@rybsideas.com