Economía

El decálogo de un emprendedor

Mantener la estabilidad de un negocio implica aspectos creativos, académicos, emocionales y desde luego, racionales. 

Algunos ingresamos a los negocios como cuando salimos del vientre de mamá, no sabemos hacia dónde dirigirnos, todo lo que ocurre obedece a que otro ser humano determina qué dirección tomar, y en aquellas circunstancias es válido, pero cuando tenemos a cargo un negocio, una empresa y un reto, no podemos darnos esos lujos.

Para ello, debemos cuidar de quiénes tienen llaves para ingresar al negocio, el proceso de incorporar colaboradores es definitivo, uno de los problemas de nuestras empresas es alta rotación y las causas principales dos: la selección y la dirección, cuando no tenemos líderes sino supervisores y jefes, la rotación crece y la confianza disminuye.

No contrate solo profesionales de cartón universitario, incorpore apasionados por una actividad, cableados para ser exitosos en lo que les gusta y facilíteles las habilidades necesarias para convertirlos en colaboradores excelentes.

Recuerde que crear la cultura de la empresa será lo primero, no suponga que una estrategia es suficiente y le recuerdo las palabras de Drucker: “la cultura se desayuna cualquier estrategia”.

Dedique su primer ejercicio a definir los tres y nunca más de cuatro valores institucionales, promuévalos, resalte el uso de estos, que se conviertan en hábitos indispensables y no pase por alto aquellos que los infrinjan.

No hable de estrategia al cliente externo mientras no tenga un equipo interno consolidado y claro en lo que representa un equipo institucional, cree todos los indicadores que considere oportunos, pero valore más aquellos que permiten servicio y cooperación entre las diferentes áreas de la compañía.

Deje los creativos cumplir con su tarea de magia y busque los administradores para que persigan y atiendan los cumplimientos, clara lección nos ha dado el señor Elon Musk, que, siendo un excelente creativo, demostró sus debilidades para dirigir.
Recuerde primero tener un buen producto o servicio, luego establecer relaciones, posteriormente negociar y finalmente vender, si no respeta el proceso su negocio podrá ser sueño y suspiro, acabará pronto.

Cambie el juego tradicional de pensar que el cliente es aquel que te compra y ya, debe conseguir que la interacción en la compra y venta sea una experiencia, muchos entramos a una tienda Apple y efectivamente no compramos, pero después de vivir la experiencia, de tocar, oír y ver, un tiempo después queremos un aparato de esos.

Logre que sus clientes lo recomienden, cuando lo consigue, garantiza que su producto cumpla con leyes de calidad y oportunidad y además convierte a sus clientes vendedores.

La mayoría de nuestros emprendimientos son familiares y la biblia empresarial dice; separe el corazón del bolsillo, si alguien desea trabajar en la empresa que sea por meritocracia y no por simple amor.

* yesid@rybsideas.com

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