A pesar de lo anterior, se ha observado una desaceleración (ritmo de crecimiento menor) ya que, en enero, el incremento fue 30.2%; febrero, 32.1%; marzo, 25.6%; abril, 24.6%; mayo, 25.7%; junio, 25.1%; julio, 21.2%; y agosto, 20.8% detalla el reporte de la banca central. Al compararlo con agosto del 2021, el crecimiento es de 18% ya que, en esa ocasión, el ingreso fue de US$1 mil 388 millones.
La expectativa es que el indicador continuará con un crecimiento sostenible en el siguiente cuatrimestre y al cierre del ejercicio, ya que, por efecto estacional, hay un mayor aumento de envíos, asociado a las festividades de fin de año como el Día de los Santos Difuntos, y en diciembre, por las fiestas navideñas.
Revisión constante
En agosto último, las autoridades monetarias llevaron a cabo una revisión del flujo de remesas familiares y consideran que habrá un crecimiento de 13% a 16.5%, con una posición central del 15% que equivaldría a unos US$17 mil 590 millones (unos Q135 mil 443 millones) lo que marcaría una cifra histórica para Guatemala, y superaría los US$15 mil 595 millones de todo lo recibido en 2021, cuando la tasa de crecimiento fue del 34.9%.
La misma evaluación indica que para 2023, el indicador se situaría en unos US$18 mil 645 millones, con un incremento de 4% a 7.5% con un valor núcleo de 6%.
Se calcula que las remesas alcanzarán una participación del 18.4% del producto interno bruto (PIB) para 2022, por el lado del gasto, ya que la mayor parte de ese dinero se destina al consumo y pago de servicios en los hogares que reciben esos recursos.
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