Economía

Emprendedores guatemaltecos: seis casos de éxito que lograron sobrevivir a la pandemia del covid-19

Los emprendedores guatemaltecos se caracterizan por ser resilientes y perseverantes, y pese a los efectos de la crisis sanitaria han implementado estrategias para salir adelante y no morir en el "valle de la muerte".

Seis guatemaltecos relataron sus experiencias de emprendimiento durante la pandemia del covid-19. (Fotos Prensa Libre: Juan Diego González)

Seis guatemaltecos relataron sus experiencias de emprendimiento durante la pandemia del covid-19. (Fotos Prensa Libre: Juan Diego González)

El conocido “valle de la muerte” al que se enfrentan los emprendedores se calculaba en tres años, en promedio, pero la crisis sanitaria del covid-19 a escala mundial ocasionó que ese riesgo disminuyera. Ahora los negocios pueden morir en un período más corto de lo previsto, incluso a pocos meses de haber arrancado.

Ese panorama sombrío y lleno de obstáculos puede atemorizar a los soñadores empedernidos en el país, pero ese no ha sido motivo para dejarse vencer.

Los valientes que han tomado la decisión de abrir negocios en medio de la pandemia han demostrado ser resilientes, perseverantes, creativos y optimistas porque su objetivo es marcar la diferencia desde cada uno de esos modelos de negocios que se convierten en el sustento familiar, para los fundadores y toda la cadena productiva que los rodea.

Los ejemplos plasmados a continuación son una muestra de un universo más amplio, y “¡vaya que inspiran!”. Ese es el mensaje que ellos mismos quieren transmitir al compartir sus testimonios de vida, porque no es sencillo reconocer el esfuerzo que requiere, los sacrificios, los desvelos y fracasos que son parte de ese valle, que no debería llamarse de la muerte, sino de la esperanza.

Es válido sentirse identificado con estos emprendedores, porque una de las lecciones más grandes que ha dejado la pandemia para todos es ser más empáticos.

KCrisálida: Transformando vidas

Dania de la Peña perdió su trabajo el año pasado, por la pandemia. Eso fue un golpe fuerte en su vida, pero lo tomó como una oportunidad para emprender un negocio que tenía en mente hacía varios años.

KCrisálida consiste en plasmar en una tela, específicamente un pañuelo, imágenes que transmiten una emoción, alguna vivencia o recuerdo, a través de un accesorio personalizado y sutil.

Para la emprendedora, superar el año de pandemia sigue siendo un gran desafío porque continúa aprendiendo nuevas técnicas.

Dania de la Peña es la creadora de KCrisálida que se dedica a la confección de pañuelos personalizados. (Foto Prensa Libre: Juan Diego González)

De la Peña considera que es importante estudiar el mercado para conocer más los gustos de los clientes y las nuevas tendencias, sin dejar de recopilar información y desarrollar sus habilidades para crecer. Actualmente analiza opciones para posicionarse en Costa Rica y Estados Unidos, donde ha logrado una buena aceptación, y espera formar alianzas que le permitan perfeccionar el diseño textil y elevar la calidad de sus productos.

“Actualmente estoy viendo opciones nuevas para darme a conocer, expandirme y llegar cada día más lejos, y poder transmitir el mensaje a las personas que aún no conocen el trabajo, que tengan presente que un pañuelo es una tendencia versátil que no pasa de moda”, afirma De la Peña.

Mary Creaciones: Tejiendo sueños

Para Mary García, la idea de emprender surgió en un momento inesperado, porque desde hacía varios años había empezado un proyecto sin saber que se convertiría en un negocio.

Perder a su madre a los 20 años fue devastador para toda la familia y recuerda que entre las cosas que ella dejó heredadas encontraron una aguja de croché y un vestido para su sobrina, a medio terminar. En ese momento, su hermana le pidió ayuda para terminarlo porque sería un hermoso recuerdo, y que su hija lo usara sería aún más especial. García aceptó. Esa fue la primera de muchas piezas que comenzó a confeccionar.

La mayoría eran regalos para sus familiares, pero llegó un momento en que su hija y sobrina la animaron a crear un negocio y juntas crearon el logo de Mary Creaciones.

Creaciones Mary nació de la inspiración de Mary García y su concepto de “hecho con amor” al elaborar piezas únicas. (Foto Prensa Libre: Cortesía)

No ha sido fácil mantener a flote la idea porque ganar la confianza de los clientes requiere dedicación para lograr que la recomendación sea de boca en boca. Esa estrategia le ha ganado más pedidos “hechos con el corazón”, como cita su lema.

Uno de los propósitos de García es crecer con su modelo de negocio y brindar empleo a más mujeres que, como ella, buscan apoyar a sus familias a través de una actividad que ayuda también como terapia, y al mismo tiempo las convierte en artesanas.

Creaciones Mary puede confeccionar varias piezas a base de la técnica de croché. (Foto Prensa Libre: Cortesía)

Pidza: Una pizza a la medida y con mucha imaginación

José Carlos Álvarez laboraba en un reconocido restaurante, pero este cerró debido a la pandemia. Al quedarse sin un ingreso fijo decidió preparar varios tipos de salsas, a los que llamó Aderezos José Carlos, y empezó a distribuirlos a domicilio entre sus conocidos y clientes, especialmente en el tiempo de restricciones de movilidad.

Ese primer paso fue un impulso porque logró dar a conocer y posicionar sus productos. Cuando volvieron a abrir el país, las ventas a domicilio bajaron un poco, y notó que los aderezos podían combinarse con la masa de la pizza.

José Carlos Álvarez y su esposa Lucía de Álvarez son los creadores del concepto Pidza, ubicado en Plaza Santa Amelia en zona 16. (Foto Prensa Libre: Juan Diego González)

Se decidió a crear un nuevo concepto llamado Pidza, junto con su esposa, Lucía de Álvarez, que tiene como objetivo brindar una experiencia personalizada al comensal, al crear su propia pizza. Al cliente se le permite seleccionar masa, ingredientes y el aderezo o salsa de su preferencia, para luego cocinar la pizza en un horno de leña, en tiempo exprés.

Los esposos y emprendedores consideran que es importante contar con mayor apoyo para los pequeños negocios que necesitan acceso a crédito, con el propósito de hacer crecer las empresas y generar más empleos.

La idea es abrir más locales en el corto plazo y convertir el concepto en algo innovador que pueda ser imitado en el país y en el extranjero. Además, la asesoría y preparación es fundamental para continuar implementando las mejores prácticas, comentaron.

Las pizzas que elaboran en Pidza son personalizadas y al gusto del cliente el toque especial es el aderezo original de la casa. (Foto Prensa Libre: Juan Diego González)

Guatemalan Hat: Obra de arte en un sombrero

Ana Patricia Ortega es fundadora de Guatemalan Hat, un emprendimiento que arrancó por la cancelación de su contrato de trabajo a causa de la pandemia.

Desde hacía varios años, Ortega tenía la idea de incursionar en la pintura artística sobre algún material original en Guatemala.

Ana Patricia Ortega plasma su arte en sombreros personalizados. (Foto Prensa Libre: Juan Diego González)

Así que invirtió un pequeño capital en la compra de sombreros, pinturas y pinceles. Luego, con el apoyo de su familia, hijo y amigos hizo un catálogo de sus creaciones. Comenzó la promoción de su trabajo en las redes sociales, decisión que dio resultados positivos.

Ortega ha tenido la oportunidad de enviar sus diseños por medio de sus clientes fuera de Guatemala a lugares como Miami, Estados Unidos; España, México y Alemania. Ahora se propone crecer a nivel local e internacional.

Pese a ser un pequeño negocio, Ortega creó un proyecto social llamado “sombrero con propósito”, para apoyar económicamente a familias que lo necesitan, especialmente a quienes fueron afectadas por la pandemia y las tormentas Eta e Iota, las cuales impactaron   varios departamentos del país en noviembre del año pasado.

Los sombreros de Guatemalan Hat son únicos y se adaptan a cualquier tipo de ocasión. (Foto Prensa Libre: Juan Diego González)

Lola Bistro Bus: Un antojito muy familiar

La familia Pérez Monterroso es apasionada de la cocina guatemalteca. Motivados por el espíritu emprendedor de su “tía Lola”, surge la sazón que los caracteriza desde hace más de 12 años.

La iniciativa nació en el corazón de un barrio de la zona 7, en la ciudad de Guatemala, en donde vendían antojitos chapines, pero, a pocos meses de que se confirmó el primer caso de covid-19 en el país, construyeron un espacio formal.

Pese al riesgo, inauguraron un restaurante familiar llamado Lola Bistro Bus para convertirse en un espacio acogedor y al mismo tiempo ofrecer un concepto innovador en imagen y oferta gastronómica.

Familia Pérez Monterroso son los encargados de dar vida al restaurante familiar Lola Bistro Bus ubicado en la 14 calle 34-90, zona 7. (Foto Prensa Libre: Juan Diego González)

Lucrecia Pérez comparte que este año ampliaron una terraza, que les ha ayudado a ofrecer un espacio al aire libre y les permite brindar una opción más segura para quienes los visitan. La mayoría de los clientes son vecinos. Además, implementaron las medidas de bioseguridad correspondientes.

“La idea es brindar un espacio lleno de sabor y de cultura. Mejorar y decorar la terraza es la principal meta para el cierre de este año; terminar de complementar el lugar con un ambiente más innovador, creativo, diferente y resaltar todo lo bueno que tiene el lugar”, expresa Pérez.

El restaurante Lola Bistro Bus sirve almuerzos y cenas. (Foto Prensa Libre: Juan Diego González)

Takito Pérez: Tacos con un toque muy chapín

Jorge Mario González y su esposa, Valentina, son los fundadores de Takito Pérez, un camión   que vende tacos, tortas, quesadillas y otros platillos con un toque de sabor guatemalteco.

González estudió gastronomía antes de abrir su negocio, pero al quedarse sin   empleo fijo decidió emprender. Todo caminaba sobre ruedas, pero con la entrada de la pandemia se vieron seriamente afectados durante los meses de restricción de movilidad y confinamiento, porque les cancelaron cinco eventos que ya estaban programados, entre los cuales había   reservaciones en centros de llamadas, pasos y pedales y actividades privadas a las que asistirían, para las que se habían preparado con más de 80 libras de carne.

Jorge Mario González fundador de Takito Pérez puede movilizarse a cualquier tipo de evento, (Foto Prensa Libre: Juan Diego González)

Por esa razón decidieron ofrecer combos a domicilio para que los clientes prepararan sus propios tacos. Curiosamente, quienes les dieron mayor apoyo fueron los usuarios de Twitter. Esta acción les permitió sobrevivir durante los meses más difíciles.

Actualmente se establecieron en un punto fijo de venta, en la zona 9, y se aliaron con otro emprendedor, por lo que todos se han visto beneficiados.

Takito Pérez está ubicado en la 7av 14-35, zona 9 en el interior de Oh My Wash. (Foto Prensa Libre: Juan Diego González)

ESCRITO POR:

Natiana Gándara

Editora de Economía en Prensa Libre, con más de 15 años de experiencia en medios radiales, televisivos, impresos y digitales.