También es probable que usted por primera vez se este planeando en serio convertirse en emprendedor, y estos días le son propicios para establecer ese propósito, para cualquiera de los casos le comparto esta receta que, aunque no es la única, le puede ayudar a realizar su sueño.
Recuerde que el mundo es de los que arriesgan, siempre ir tras un sueño supone un riesgo, pero es importante que recordemos que no existe ningún negocio en el mundo cien por cien seguro o a prueba de fracasos; así que le deseo para este Año Nuevo una dosis de coraje para asumir riesgos y temple para sobrellevarlos cuando las cosas no salgan bien.
Dos cucharadas de ilusión vienen a bien para recordar que las metas están hechas a base de nuestra capacidad de soñar; si no pensamos en grande, no llegaremos muy lejos, aunque el camino se construye paso a pasito.
Dos metros de cuero, del más duro que consiga. El mundo está diseñado para ponerlo a prueba, y es mejor que tengamos una armadura para resistir y seguir adelante, a pesar de las pruebas; también se puede sustituir el cuero por dos barras de margarina, de la más grasosa que consiga.
Una pizca de educación, si bien es cierto que la educación superior no es requisito indispensable para triunfar en los negocios, pues la verdad es que no estorba nada contar con estudios, aunque no siempre tienen que ser formales o universitarios, no importa a lo que usted se dedique, no pare de aprender, la realidad le confieso que la cultura general y el sentido común deberían ser probablemente las dos materias mas difundidas en cualquier escuela de negocios, aunque poca gente le de la atención e importancia que estas tienen.
Un buen chorro de fe. El ingrediente más importante: “A Dios rogando y con el mazo dando”. Le deseo un Año Nuevo lleno de éxitos y que se cumplan todos sus sueños, enhorabuena.
*Director General de Francorp Centroamérica y El Caribe.