Economía

Inmoralidad en la construcción

Citando al licenciado Mario Antonio Sandoval: “Inmoralidad es aceptar candidaturas o nombramientos cuando se tiene conciencia de propia incapacidad” (Columna Catalejo, Prensa Libre 13/3/17), me llama a la reflexión el alcance de este concepto en otros ámbitos y particularmente en la actividad de la construcción, sobre todo en el caso de viviendas, tanto en condominios, colonias, edificio de apartamentos, así como a nivel particular.

Dentro del curso de Avalúos de Bienes Inmuebles que se imparte en el Colegio de Ingenieros, se promueven trabajos de investigación, y uno de ellos, “Influencia de las obsolescencias en una colonia residencial”, desarrollado por las ingenieras Daneida Arévalo y Jeimy Montúfar y por el valuador Jaime Rodríguez, se abordó la importancia e influencia de las obsolescencias.

Las obsolescencias pueden ser físicas, funcionales y económicas. Las físicas corresponden al deterioro, desgaste y daños de las construcciones.

Las funcionales se refieren al diseño o funcionalidad que perjudican la iluminación, la ventilación, la ambientación y buen vivir, y finalmente las obsolescencias económicas que suceden en el exterior de las viviendas tales como contaminación, ruido, polvo, violencia o relacionado con normas, disposiciones legales y leyes adversas al uso tradicional del suelo.

Las dos primeras tienen solución mediante reparaciones, remodelaciones o reacondicionamientos. La tercera, la económica, no tiene solución, ya que no depende del propietario.

Los autores clasificaron los proyectos así: a) Nuevos (de 0 a 5 años de edad), b) Jóvenes (de 6 a 20 años) y c) Adultos (de más de 20 años)

La muestra se obtuvo en Villa Nueva y San Miguel Petapa.

Las obsolescencias más recurrentes que encontraron en los proyectos nuevos y jóvenes fueron: rajaduras superficiales en pared, rajaduras de piso, separación entre muro y vigas, separación de marcos de puerta, fugas de drenaje en sanitario, humedad en paredes, humedad en losa, cortos circuito en sistema eléctrico, grietas estructurales en losa, grietas estructurales en muro y puertas de ingreso severamente deterioradas.

En los proyectos adultos: humedad en paredes, humedad en losa y cortos circuito en sistema eléctrico.

Con base en los datos recopilados se pudo detectar una tasa de depreciación anual de obsolescencias físicas para las distintas edades de la siguiente manera: edad adulta, 0.39%; edad media, 0.66%; edad joven, 2.52%. Lo cual evidencia un envejecimiento acelerado en construcciones más recientes.

De acuerdo con esta muestra, se puede apreciar que muchas construcciones están siendo ejecutadas con fuertes deficiencias, por personas incapaces.

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Revisar con mucha atención y cuidado —por fuera y por dentro— los muebles incluidos en la nueva vivienda, particularmente los que estarán en contacto con el agua y la humedad, como los de la cocina y baño. Deben estar bien instalados y aislados, en especial el fregadero y lavamanos.

Al asistir el día y hora acordado para recibir la nueva vivienda, debe programarse el tiempo necesario y con buena luz de día para la correcta revisión. De ser posible recomiendan hacerse acompañar por más de una persona que asegure una exhaustiva revisión, y mejor si tiene nociones de construcción.

Dejar constancia de todas las irregularidades que se observen, con el objetivo de que el responsable resuelva los defectos, faltantes o modificaciones.

En términos generales, las empresas inmobiliarias y constructoras responden adecuadamente ante situaciones de reclamo, no obstante, y derivado de los reclamos surgidos en los últimos años, es necesario tomar ciertos resguardos para prevenir situaciones que pueden ser complicadas.

Por tal razón, los autores sugieren: conservar todo el material promocional y publicitario recibido en la etapa de búsqueda junto con los papeles y documentos legales originados en este proceso; además, llevar un registro de nombres de las personas con quienes contactó, con fecha, hora y motivo.

Algunas leyes relacionadas en el Código Civil.

Artículo 1668. (Profesionales). El profesional es responsable por los daños o perjuicios que cauce por ignorancia o negligencia inexcusables, o por divulgación de los secretos que conoce con motivo de su profesión.

Artículo 1671. El propietario de un edificio es responsable del daño o perjuicio causado por la ruina total o parcial del mismo. Si la ruina se debió a defecto de construcción, la responsabilidad del dueño será solidaria con la del constructor, pero el propietario podrá repetir contra aquel para reembolsarse de lo que hubiere pagado por los daños o perjuicios sufridos.

El viernes 31 de marzo estaremos impartiendo un taller de Valuación de Maquinaria y Equipo. Interesados llamar al 2385-9008, con Iliana de Cruz.

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