El ministro dijo que la política de reducción de impuestos, que en los últimos dos años ha beneficiado a diversos sectores de la economía, como el automotriz y el de línea blanca, supondrá que este año el Gobierno deje de recaudar por la vía tributaria unos 50,000 millones de reales (unos 25,000 millones de dólares) .
La manutención y hasta profundización de esas políticas, según Mantega, “es un imperativo” impuesto por la crisis global y apoyará el proceso de “aceleración gradual” en que se encuentra la economía brasileña tras el tropezón del año pasado, cuando creció un escaso 0,9 por ciento.
El ministro sostuvo que, a pesar de esas reducciones, “el país aún convive con costes financieros y tributarios muy elevados” , que deben ser rebajados para darle unos estímulos mayores a la empresa privada.
También aseguró que, al mismo tiempo, el Gobierno continuará vigilando atentamente la inflación, que el año pasado fue del 5.84 por ciento y en los primeros dos meses de 2013 ya ha acumulado un 1.47 por ciento.
“Seguiremos combatiendo la inflación para evitar que afecte el consumo o provoque algún malestar en el país” , dijo Mantega. EFE