Su primer local lo abrieron en la zona 16, un pequeño espacio donde los fundadores de Opíparo se dieron a conocer por su buen sazón y servicio.
Las hamburguesas y los macarrones con queso son sus platillos principales y los favoritos de sus clientes.
Ellos describen su comida con dos palabras “comida honesta”.
“Suena al romántico, pero si la describiría como comida honesta. Porque usamos eso como algo integral en todo, tanto en los platos que cada día nos movemos a usar 100% productos locales, todavía no hemos llegado a eso, pero eso es nuestro fin” dijo Carlos Sosa, cofundador de Opíparo.
Actualmente tienen dos restaurantes, el de la zona 16 lo trasladaron a las zona 4 y hace dos años abrieron uno en Antigua Guatemala donde, con el tiempo, han logrado conquistar a nuevos clientes.
Logran salir en medio de la pandemia
Opíparo no es un restaurante de comida rápida y cuando la pandemia llegó al país, tuvieron que enfrentarse a varios retos. Uno de ellos fue manejar la incertidumbre y aprender de logística. Y es que al principio, decidieron utilizar empresas de delivery para poder llevar a domicilio sus platillos, pero luego, tuvieron la oportunidad de generar empleos y tener su propio equipo de repartidores.
Esto les ha permitido pasar de ser un servicio con un 95% de atención en mesas a ser 95% de servicio a domicilio.
“Al principio, el primer mes, fue más que todo adaptarnos a ser un restaurante de delivery o a domicilio y también fue clave no tomar decisiones demasiado drásticas porque algunas decisiones que talvez teníamos contempladas, vimos a las semanas, que no hubieran sido tan buenas decisiones. Fuimos poco a poco y en lo que más nos hemos enfocado ahorita es en mejorar cada día nuestro producto” agregó Sosa.
Mientras puedan, seguirán llevando sus famosa hamburguesas a los hogares de los guatemaltecos. Sin embargo, ya se preparan con protocolos y siguiendo ejemplos de restaurantes extranjeros para cuando puedan volver a abrir sus puertas.