Economía

¿Para qué se supone que servirá el nuevo préstamo que solicitará el ministerio de Finanzas?

Por unanimidad, los integrantes de la Junta Monetaria (JM) emitieron opinión favorable a una línea de crédito por US$400 millones, equivalentes a unos Q3 mil 80 millones.

Colapso de Puente El Tule

Guatemala gestiona un préstamo con el BID para atender emergencias. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca)

La atención a la población en caso de emergencias naturales es el destino de un préstamo por US$400 millones para el que la Junta Monetaria (JM) emitió opinión favorable esta semana, a solicitud del Ministerio de Finanzas (Minfin).

De aprobarse por el Congreso, la institución acreedora será el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), que otorgaría los fondos a un plazo de 25 años con una tasa de interés de 1.51%. Esta es la primera solicitud que la JM conoce en el 2022, respecto a operaciones de Crédito Público.

Sergio Recinos, presidente de la JM y del Banco de Guatemala (Banguat), informó a Prensa Libre que se trata de un préstamo contingente, que tiene una denominación parametrizada. Es decir que existen parámetros para activa los desembolsos y están relacionados con desastres como terremotos, huracanes, tormentas, catástrofes naturales e incluso, pandemia.

El funcionario aclaró que la opinión de la JM solo se circunscribe al impacto en la balanza de pagos, al medio circulante y a la inflación y es lo que indica el art. 57 de la Ley Orgánica del Banguat.

El trámite a seguir es que, con la resolución de la JM, el expediente se dirige al Minfin; luego a la Secretaria General de la Presidencia, que lo remite al Congreso, para que lo conozca y apruebe o no.

El pasado 18 de mayo, los diputados aprobaron un préstamo por US$500 millones con el Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (BIRF).

Saldo de la deuda

El reporte de Operaciones de Crédito Público que registra estas transacciones, indica que, al 31 de mayo, el saldo de la deuda de Guatemala era de Q207 mil 292 millones, y la proyección para 2022 es que se sitúe por encima de los Q220 mil millones. Esta se compone con deuda interna (Q123 mil 204 millones) y externa (Q84 mil 87 millones).

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No obstante, las cifras dan cuenta que durante la administración del presidente Alejandro Giammattei, el indicador saltó de Q157 mil 325 millones en diciembre del 2019 a los Q207 mil millones, que en términos porcentuales equivale a 31.7% de aumento (Q49 mil 967 millones).

El saldo de la deuda respecto al producto interno bruto (PIB) se ubica a 29.5% a mayo, mientras que en 2019 era de 26.5%, según el reporte oficial.

Medición de la economía

Al evaluar la economía durante el primer semestre, el funcionario destacó que los indicadores de corto plazo están mostrando un desempeño positivo y la expectativa es que probablemente el crecimiento del PIB superará el 4%. O sea, un nivel superior a la prepandemia, cuando el promedio anual era de 3.5%.

Declaró que el aparato productivo se encuentra bastante bien en este momento a excepción del comportamiento de la inflación que está en 5.82% (a mayo) y que, por esa razón, se ajustó la tasa líder de interés a 2%, sin que afecte el crecimiento del PIB.

En otros indicadores, destacó el comportamiento de las exportaciones con un aumento de 22%; las importaciones, con 35%; las remesas familiares, con 23%; y el crédito bancario al sector privado, con 14%, índices que muestran una configuración económica positiva, pero la inflación no deja de preocupar, a raíz del aumento del precio del petróleo y sus derivados.

No obstante, las perspectivas para el segundo semestre también son positivas, aunque enumeró los posibles riesgos de la economía local e internacional: el precio del crudo, el acelerado crecimiento de la tasa de interés en EE. UU., el conflicto internacional y los efectos de la pandemia.

Al preguntarle sobre la situación del invierno en Guatemala, Recinos indicó que el hundimiento en Villa Nueva impacta los movimientos de mercancías hacia los puertos del país, por lo que se están utilizando vías alternas, lo que implica un aumento en el tiempo de transporte, lo que también implica retrasos en los despachos y en los centros de producción.

 

ESCRITO POR:

Urias Gamarro

Periodista especializado en macroeconomía, finanzas públicas e infraestructura, con 20 años de experiencia en medios radiales, impresos y digitales.