La implementación del acuerdo, que debe ser aprobado por todos los acreedores y por el tribunal de quiebras de Río de Janeiro, permitiría a la empresa capear la crisis financiera actual, seguir adelante con sus actividades y alcanzar plenamente sus objetivos, añadió OGP, con sede en Río.
El comunicado resalta que la compañía continuará cotizando en la bolsa de Sao Paulo, tras la aprobación del acuerdo.
El presidente de la empresa, Paulo Narcelio Simoes Amaral, se refirió al acuerdo como “un importante voto de confianza” en el futuro de la firma, y explicó que OGP “ahora tiene bases sólidas para formar parte de las prometedoras perspectivas del sector petrolero brasileño”.
OGX se declaró en quiebra a finales de octubre último.