Economía

¿Por qué no existe un costo fijo de boletos de avión?

Las aerolíneas ajustan sus precios segundo a segundo, por medio de muy sofisticados sistemas de cómputo que hacen todos esos cálculos de forma cuasi-instantánea.

Las aerolíneas no cuentan con costo fijo en los boletos de avión.
(Foto Prensa Libre: Forbes)

Las aerolíneas no cuentan con costo fijo en los boletos de avión. (Foto Prensa Libre: Forbes)

¿Por qué no existe un costo fijo de boletos de avión?

Porque las condiciones de operación del negocio de las aerolíneas son cambiantes todo el tiempo, por sólo mencionar algunos factores:

 

  • Temporada alta vs. temporada baja.
  • Entre semana vs. fin de semana.
  • Eventos aquí y allá…
  • Viajes de negocio, viajes de placer… pasajero solo o con familia.
  • Tipo de cambio del dólar versus tu moneda local.
  • Precio del combustible de aviones.
  • Avión lleno contra avión vacío.
  • Mucha demanda vs. poca demanda del vuelo / ruta.

Y miles de parámetros más…

Esto da oportunidad a que las aerolíneas ajusten sus precios segundo a segundo (sí, escribí bien: segundo a segundo), por medio de muy sofisticados sistemas de cómputo que hacen todos esos cálculos de forma cuasi-instantánea.

El nombre de esa ciencia-arte se llama Yield Management, que en español sería como gestión de las ganancias y que comprende el análisis profundo de miles de parámetros para determinar el precio ideal al que se puede y se debe vender cada uno se los asientos de un avión en una ruta específica a fin de maximizar las ganancias financieras de la aerolínea.

¿Crees que los boletos de avión son demasiado caros?

Los precios de los boletos de avión varían segundo a segundo. Puedes obtener un boleto de avión por muy poco dinero en un vuelo del punto “A” al “B” y, el pasajero que va a tu lado en el asiento contiguo resulta que pagó miles del dólares: por el mismo vuelo, mismo avión, misma clase y mismo servicio… Gran diferencia en precio.

Por lo anterior, nadie puede generalizar si los boletos de avión son muy caros o muy baratos. Cada quien dará su opinión según su experiencia y habrá tantas opiniones como asientos de avión, en una infinidad de aviones (léase de vuelos) entre esas dos ciudades.

El Yield Management (o Gestión del Rendimiento) es una ciencia y un arte, hoy día, lo realizan sistemas de información… sistemas de cómputo que toman en cuenta miles y miles de variables para determinar, al instante, que precio ofrecer a un cliente en un momento dado; cuando este solicita cotizar su boleto de avión.

Estas variables son tantas que sería imposible escribirlas todas, pero algunas de las mas relevantes son: obviamente la ruta; de qué ciudad “A” a qué ciudad “B”, la fecha requerida del viaje, qué día de la semana es, la hora solicitada del vuelo, la clase elegida por el pasajero, la demanda existente para ese vuelo y/o esa ruta, si hay otras líneas aéreas que operen esa misma ruta, el país en donde se pretende adquirir el boleto, que porcentaje del los asientos de ese vuelo ya se vendieron, que tan lejana o cercana es la fecha del viaje respecto a la fecha de cotización… y muchas muchas más.

Con todos estos parámetros, los grandes sistemas de cómputo de las aerolíneas calculan el precio de un lugar, es decir, de un asiento, en un vuelo específico.

El objetivo fundamental: maximizar los rendimientos para la aerolínea… es decir, maximizar la cantidad de dinero que ganan con cada vuelo.

Un comentario al margen pero muy curioso es que la sobre-venta de boletos de avión en un vuelo está permitida, es legal y se hace. ¿Por qué? Varias razones, dos de ellas por mencionarlas como ejemplo:

a) Porque es mucho más barato compensar a pasajeros que pudiesen quedarse abajo del avión de una y mil formas, pero, mantener lleno el avión que, contrariamente, vender sólo los asientos disponibles en el avión y con el riesgo de que algunos asientos no se ocupen al final (por los “no show”… o pasajeros que no llegaron o cancelaron o cambiaron su vuelo) y por ello perder dinero.

b) Otro caso frecuente es que es más preferible y más rentable, dar el asiento de un avión a un pasajero frecuente, que paga más caro sus boletos de avión de manera regular y quedar bien con él y/o su empresa, y dejar abajo a un pasajero eventual que paga o pagó poco dinero por su boleto y tal vez darle una pequeña compensación.

Todo el objetivo es obtener más dinero con esa herramienta, llamada avión, el vehículo (literalmente hablando), con que generan dinero las aerolíneas.

* En alianza con Forbes México y Centroamérica, artículo de Forbes Staff.

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