Las autoridades belgas han informado a sus homólogas de los países afectados para evitar que la carne llegue a los consumidores a través de los supermercados.
La AFSCA explicó a la Agencia Belga que no ha actuado porque se trate de una partida no apta para el consumo, sino porque existe un fraude administrativo, de acuerdo con su portavoz, Jean-Paul Denuit.
Francia ha iniciado una operación para desmantelar una supuesta red, con ramificaciones en Bélgica, para la introducción fraudulenta en el mercado de carne de caballo que no estaba autorizada para el consumo humano.
París ha criticado recientemente a la Comisión Europea (CE) porque, a su juicio, obstaculiza la obligación de que se identifique el origen de la carne, aunque reconoció que para enero, con el apoyo de Alemania, la medida pueda salir adelante.