En la cita, la segunda tripartita desde que comenzó el conflicto el pasado 30 de diciembre, las partes intentarán avanzar en la búsqueda de un plan que inyecte efectivo a la construcción del tercer juego de esclusas del Canal de Panamá, un proyecto iniciado en el 2009 y que tiene un avance de casi 70% según el contratista.
En la primera reunión de las tres partes, el martes de la semana pasada, Zúrich presentó un plan cuyos términos no han sido revelados oficialmente, pero que entonces el administrador de la ACP, Jorge Quijano, tildó como viable y posible solución “a largo plazo” del conflicto contractual.
Es esa primera reunión las partes convinieron un “protocolo de negociación” que establece como fecha límite de las mismas el próximo 1 de febrero.
El GUPC reclama el reconocimiento de “sobrecostos” por encima de los US$1 mil 600 millones derivados de imprevistos de los que responsabiliza a la ACP y que le han dejado sin liquidez, por lo que anunció que paralizará las obras si no se llega a un acuerdo.
La ACP considera que los montos extra presentado por el contratista son injustificados y exige que el asunto lo diriman las instancias internacionales de resolución de conflicto previstas en el contrato, sin que de por medio haya paro de las obras.
Quijano insiste, además, en que cualquier solución debe estar enmarcada en el contrato firmado en el 2009, cuando el GUPC se adjudicó la obra por su oferta de US$3 mil 188 millones, por debajo de los US$3 mil 481 millones establecidos como precio máximo por la ACP.
Según la Autoridad del Canal, el ritmo de trabajos de la construcción de las nuevas esclusas ha bajado más de un 70% en comparación con noviembre último, mientras el Ministerio panameño del Trabajo cifró la semana pasada la paralización “en más del 90%”.